Gustavo Martínez Contreras
Es una verdadera tragedia ambiental la que se vive en Nanchital, Veracruz…
Después de que una sustancia tóxica (Armina 100) se estaría derramando en el cauce del arroyo Tepeyac y que durante varios días no fuera detectada, solo después de que aparecieran varias especies muertas, peces, armadillos, aves, tortugas y demás fauna del lugar.
El derrame, que ha alcanzado el río Coatzacoalcos y ha sido abundantemente denunciado en redes sociales, sigue sin control y la muerte de especies continúa…
Y cómo no, si tenemos a un gobernador que está minimizando los hechos, unos elementos de Protección Civil que estaban dormidos y una paraestatal (Pemex) que no ha actuado con prontitud.
Solo por hoy se trata de atender la emergencia que se vive, que haya una limpieza permanente y profunda del lugar, se trata de que la afectación no llegue más lejos… si la muerte de especies ya es gravísimo, imagínese que empiece a cobrar vidas humanas.
Urge la aplicación de los protocolos para la contención de sustancias químicas, ya vendrá la etapa en que hay que encontrar culpables para fincarles responsabilidades criminales, ya sea por acción o por omisión, ahora mismo tengo varios nombres con apellido en mente, pero repito, ya vendrá esa etapa…
Por ahora urge limpiar el arroyo Tepeyac y detener la mortandad de especies, frenar el ecocidio que se está viviendo en esta pequeña ciudad del sur de Veracruz; si el gobernador en funciones no sabe de la gravedad del asunto, que el Ing. Cuitláhuac ponga manos en el asunto, esto no es de a quién le corresponde, sino que se hagan las cosas para que la tragedia no sea de dimensiones apocalípticas.
