La OMS detalla que, si se deja el tabaco a los 30 años, las personas ganan alrededor de 10 años de esperanza de vida
El Día Mundial sin Tabaco 2019 tiene como objetivo profundizar en el impacto negativo que tiene el fumar en los pulmones, poniendo a dichos órganos como el eje del bienestar de todas las personas, sean fumadoras pasivas o activas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que el consumo de tabaco puede derivar en cáncer de pulmón, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica EPOC, asma, neumonía, bronquitis, tuberculosis y frecuentes infecciones respiratorias bajas.
Sabiendo que no es fácil dejar el tabaco, la OMS destaca que los beneficios de dejar el cigarro impactan no solo al fumador sino también a su familia. Por ello, pide mentalizarse en dos frases “dejar de fumar es importante para mí y quiero ser no fumador” y “tengo la oportunidad de dejar de fumar con éxito”.
Para convencer a las personas de que dejar el cigarro es sumamente benéfico, a continuación, algunos datos de cómo cambia el cuerpo en el proceso:
El ritmo cardiaco y presión arterial se normalizan en 20 minutos.
Mejora la circulación y la función pulmonar aumenta a partir de la segunda semana sin tabaco.
La tos y la dificultad para respirar disminuyen entre el primero y noveno meses.
En 5 años el riesgo de un accidente cerebrovascular se reduce.
Las probabilidades de padecer cáncer de pulmón, de boca, garganta, esófago, vejiga, cuello uterino y páncreas se reducen a la mitad 10 años después.
Luego de 15 años sin fumar, la persona tendrá el mismo riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria del corazón que un no fumador.
Si se deja de fumar a los 30 años, las personas ganan alrededor de 10 años de esperanza de vida.
Y en general, dejar de fumar reduce las probabilidades de impotencia sexual, infertilidad, partos prematuros, bebés con bajo peso al nacer y aborto involuntario.
Con información de López Dóriga
