Queda libre policía del IPAX

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Juan Molina Morales, quedó en libertad.

LAS CHOAPAS, VER

JUAN CARLOS ANGULO

La esposa feliz al verlo libre.
La esposa feliz al verlo libre.

Luego de cumplir 48 horas de estar detenido, por haber disparado a un delincuente que robó un teléfono celular a una joven, el elemento del Instituto de la Policía Auxiliar (IPAX), Juan Molina Morales, quedo en libertad, por lo que al salir de los separos preventivos, en donde lo esperaban sus familiares y algunas personas que se solidarizaron con él, recibió una lluvia de aplausos, a lo que él respondió agradecido.

El gerente jurídico del IPAX, apoyando al uniformado.
El gerente jurídico del IPAX, apoyando al uniformado.

Y es que Juan Molina Morales, el pasado lunes, minutos antes de las 9 de la mañana, encaró a un delincuente que había cometido un robo, por lo que al ver que este sacó un arma blanca, el uniformado, disparó con su escopeta al suelo, pero las esquirlas del impacto se fueron a alojar en los tobillos de Juan Oscar Carrillo Custodio, acción que provocó que el uniformado quedara detenido y la ciudadanía respaldara su acción, aunque otros también la reprobaran, hechos que ocurrieron en la calle Justo Sierra de la colonia Centro.

Luz María Pérez, agradecida por las muestras de apoyo.
Luz María Pérez, agradecida por las muestras de apoyo.

Ante lo anterior, el uniformado que lleva 7 años en el IPAX, fue puesto a disposición de la Sub Unidad Integral de Procuración de Justicia, en donde tras rendir su declaración fue llevado a los separos preventivos, en donde a decir de él, el tiempo que estuvo ahí fue eterno, lo mismo ocurrió con su esposa Luz María Pérez González, quien desde temprana hora se apostó en las oficinas, para esperar respuestas.

Las horas para Luz María, parecían eternas, en tanto personal jurídico del IPAX le brindaba apoyo, le decían que todo iba bien, sin embargo, ella seguía nerviosa, se apretaba sus dedos, era entrevistada por medios de comunicación nacionales y agradecía las muestras de apoyo de todas las personas que moralmente estaban con ella y su esposo.

Agregaba que no podía adelantarse a declarar sobre la libertad de su esposo, ya que lo esperaba afuera y ahí diría su sentir, por lo que el personal jurídico la invitó a que fuera a la comandancia de policía que ahí recibiera a su marido, ya que saldría libre, por lo que rápidamente se trasladó a las instalaciones policíacas.

Ahí, ella se frotaba las manos, su nerviosismo era evidente, incluso al ser abordada de nuevo por los medios de comunicación, lloró de alegría y no se cansó de agradecer el apoyo recibido.

A los pocos minutos le informaban que su esposo saldría por otra puerta y que se trasladara a la Fiscalía General del Estado, ya que ahí firmaría unos documentos, por lo que acompañado del gerente jurídico del IPAX, Rafael Palmeros Ledezma, Juan Molina Morales llegaron a la Fiscalía, en donde por fin su esposa Luz María, lo pudo besar y abrazar, lo mismo ocurrió con su padre y demás familiares.

El uniformado, visiblemente emocionado, agradecía a toda la gente que lo apoyó, a la vez aseguraba que nunca fue su intención herir al maleante, por eso disparo al suelo, a la vez que si tuviera la oportunidad de pasar por un caso similar lo pensaría, porque estuvo encerrado dos días y consideró que eso no era justo.

Agregó que fue una experiencia buena y mala, que él seguiría trabajando en el IPAX, en donde se siente a gusto y contribuye con la sociedad, por lo que comentó que lo primero que haría al llegar a su casa era bañarse y abrazar a su pequeña hija de dos meses.

Cabe mencionar que para este caso, declararon 6 personas que fueron testigos del uniformado, quienes señalaron que nunca hubo mala intención de agredir al delincuente, ya que le pidió que se detuviera, pero al ver que sacaba su arma blanca, el policía disparo al suelo.

En lo que respecta a la situación del ladrón, este también quedó en libertad, pero con un gran arrepentimiento, ya que por haber robado un teléfono celular, no querer detenerse, se encuentra fracturado y pasará varios meses en cama, tiempo que le servirá para analizar si quiere seguir delinquiendo o enmendar su vida para ser alguien de bien.

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