Elizabeth Aviña
Coatzacoalcos, Ver.
“Sí hay héroes entre nosotros, uno de ellos era mi marido”, aseguró, Georgina Burelo Rueda a dos años del fallecimiento de su esposo Fredy Sánchez Lara, bombero caído en la explosión de Clorados III.
Y es que el “traga humo” se encontraba trabajando en la planta el 20 de abril del 2016 al momento de la explosión. Al apoyar para salvar la vida de quienes resultaron heridos, sobrevino una segunda detonación que le arrancó la existencia.
Su viuda, Georgina Burelo Rueda, llegó hasta donde ahora es su última morada, el panteón de Lomas de Barrillas y llevó ofrendas de flores, además de comida y parte del equipo de trabajo que ocupaba su marido.
“Hoy cumple dos años de fallecido, pero estamos viniendo de manera constante a visitarlo, desgraciadamente él perdió la vida, pero salvó muchas”, dijo.
Expuso que para ella es un gran orgullo el trabajo destacado que llevó a cabo su esposo a lo largo de más de 20 años.
Insistió que su marido no la dejó a ella y a sus dos hijos desamparados, por el contrario, mencionó que él les dejó un legado.
“Él dejó una enseñanza y estamos fortalecidos por eso y agradecidos con él”, declaró.
Pese a la desgracia que enfrentaron hace dos años como familia, ahora el hombre de la casa, es decir, su hijo de 15 años, decidió también enfilarse a ser bombero y a pesar de las adversidades y de los recuerdos que esto trae para todos, han decidido apoyarlo.
El pequeño Fredy, por su parte, dijo no tener miedo de trabajar en lo mismo que su padre y sobre todo donde éste perdió la vida.
Mencionó que a lo largo de seis meses que ha estado capacitándose y sirviendo a Coatzacoalcos al estar presente en la sofocación de incendios, rescate de animales y demás servicios que solicitan los habitantes del puerto.
Además de Georgina y sus hijos, demás familiares de Fredy arribaron al campo santo para llorarle, recordarlo y contar las mejores anécdotas de él.
Asimismo, sus compañeros bomberos se hicieron presentes y entregaron arreglos florales para su compañero Fredy Sánchez Lara.
