Juan Manuel Jiménez García.
Las Choapas, Ver.
La presión ejercida por los usuarios de las redes sociales, evitó una posible tragedia en contra de un joven matrimonio de la zona rural, al obligar al Hospital Dr. Pedro Coronel a brindarle la atención inmediata a una joven de 15 años que había perdido a su hijo y que todavía lo tenía en el vientre.
LA HISTORIA.
Rubén y Aracely se conocían desde niños, nunca pensaron que el destino les tenía algo preparado al cumplir unos años más, y como suele suceder en la zona rural de nuestro municipio, esperaron tener la edad suficiente para unir sus vidas.
Ella tiene tan solo 15 años y respetando los usos y costumbres de algunas regiones del municipio, solo basta tener el permiso de los padres para unir su vida a otra persona, él es un poco mayor pero responsable y serio, por eso no tuvieron ningún tipo de problema para que ambas familias aprobaran la relación de ellos.
Con las ilusiones de enamorados, empezaron una historia de amor que prometieron duraría toda la vida, la felicidad de esta pareja se complementó con el anuncio de que pronto serian padres por primera vez, Rubén empezó a trabajar más duro para que no les faltara nada a su esposa y su hijo, por su parte ella, se brindaba todos los cuidados posibles para que el embarazo no tuviera complicaciones.
Con este anhelo de ver el rostro de su primogénito, pasaron los meses y en el vientre de Aracely crecía el fruto de su amor.
Las molestias del embarazo eran más continuas, señal de que pronto nacería su hijo, contaban los días y se preparaban para el acontecimiento.
LA PESADILLA.
Las visitas médicas señalaban que el día del nacimiento seria entre los días 10 y 15 de septiembre, fecha donde coinciden los festejos patrios, desde una noche antes prepararon todo lo indispensable para trasladarse al hospital Dr. Pedro Coronel de esta ciudad.
Salieron desde tempranas horas de su comunidad para estar lo más temprano posible en el nosocomio, para esto Aracely ya se encontraba con fuertes dolores típicos de un parto, en el trascurso del camino desde el cerro de Nanchital a esta cabecera municipal, se presentó sangrado y por eso pidieron la atención inmediata.
Pero cuál sería su sorpresa que al realizarle un diagnóstico de manera rápida por parte del personal del hospital, le informaron que todavía le faltaba tiempo para aliviarse, y le recomendaron regresar hasta la 6 de la tarde.
Con fuertes dolores en su vientre y parte baja, trato de que su esposa se distrajera por un momento y olvidara la situación que está atravesando, acudieron al centro de la ciudad para apreciar el colorido y la algarabía que se vivía en el parque central Benito Juárez García, recorrieron los principales comercios de la ciudad y aprovecharon para degustar una comida típica de la región.
Conforme se acercaba la hora de la cita, los dolores arreciaban al igual que el sangrado, puntual acudieron para ser atendidos de nueva cuenta en el Hospital Dr. Pedro Coronel, fiel a la costumbre de este lugar, todavía esperaron varios minutos en la sala de urgencias, por fin fueron llamados para que Aracely fuera ingresada, su rostro reflejaba los estragos de muchas horas de dolor, las piernas le dolían y le costaba trabajo caminar.
A Rubén le pidieron que esperara afuera, para ese momento en el exterior ya se encontraban familiares de ellos, que comentaban con alegría la llegada de un miembro más a la familia, pero esa alegría se convertiría en dolor y tristeza, ya que después de haberle practicado un ultrasonido al vientre de la madre, detectaron que el bebé ya no contaba con signos vitales, y que tenía varias horas de haber fallecido.
Aracely soltó en llanto y aunque quiso pedir una explicación, las lágrimas y un grito de dolor que se quedó en su garganta se lo impidieron, sabiendo que ya no tenía vida, acaricio su vientre despidiéndose de su hijo.
Afuera todavía no conocían la noticia, y seguían en la planeación de festejar a los nuevos padres y al nuevo miembro de la familia.
La puerta de la sala de espera se abrió, y una fuerte voz diciendo “familiares de Aracely Cruz Sanjuan”, todos corrieron para saber la noticia pero les indicaron que solo le informarían los hechos a su esposo o sus padres.
Ilusionado porque por fin conocería a su primer hijo se acercó la ventanilla, pero en vez de recibir buenas noticias, le informaron de la tragedia que acababa de ocurrir, Rubén no sabía que decir por un momento se quedó inmóvil, dos lagrimas rodaron por su mejilla, se las secó de inmediato, recordando lo que siempre su padre le había dicho que los hombres no lloran.
Después de este lapsus de dolor, recobró el valor para preguntar cómo se encontraba su esposa, la respuesta fue vana por parte de la persona encargada de brindar la información, volvió a pedir información sobre el estado de su esposa, y ahora con poca insensibilidad le dijeron que habría que operar para sacarle al bebé del vientre.
Pero que por el momento no se realizaría esta operación por falta de doctor en el hospital, que tendría que esperar 72 horas, esto lo desconcertó ya que a pesar que no es estudiado, podría comprender que era peligroso tener el producto en el vientre de su esposa.
Esta situación lo informó a las familias, que indignadas pedían una atención inmediata para Aracely, pero obtuvieron la misma respuesta por parte del hospital.
Ante la negativa del nosocomio de brindar atención médica oportuna y de facilitar para que se realice un traslado a otro hospital o clínica, decidieron llamar a los medios de comunicación para que esto fuera del dominio público y de este modo evitar una tragedia por motivos de una negligencia médica.
La noticia de inmediato fue dada a conocer en las redes sociales, donde los usuarios se volcaron en respaldo de este joven matrimonio y al repudio generalizado hacia el nosocomio.
La presión de la ciudadanía hizo el milagro y las 72 horas que estaban programadas para la atención de la joven madre se redujeron a solo tres horas, y en la madrugada de este domingo fue operada para extraerle al hijo que llevaba en su vientre.
La última información que tenemos es que la paciente se recupera de manera satisfactoria, y que en los próximos días se le dará de alta para que termine su convalecencia en su domicilio de la zona rural.
