Veracruz, Ver., 25 de abril de 2014.- En Brasil, el arte popular y las artesanías son dos productos completamente diferentes, a diferencia de nuestro país donde son considerados como sinónimos. El pueblo carioca considera las artesanías como un producto utilitario y al arte popular como un uso ornamental fundamental para prácticas mágicas, religiosas o lúdicas.
Caso muy particular en este contexto se encuentran las Muñecas Abayomi, creadas a partir de 1987 por Lena Martins y popularizadas hasta 1994, durante el centenario de la abolición de la esclavitud en Brasil al conjuntarse una cooperativa de mujeres afrodescendientes. Las muñecas son elaboradas de acuerdo con técnicas ancestrales, traídas por las mujeres esclavas durante las travesías en los barcos negreros.
Elaboradas sólo de tela, anudadas, sin rostro ni costura alguna o pegamentos en su manufactura, las figuras confeccionadas sólo en materiales de algodón, no telas sintéticas, muchos de estos provenientes de los sobrantes de las fiestas del Carnaval de Río de Janeiro, reúnen una enorme gama de modelos.
Ángeles, hadas, circos, mitología, folclore, brujas, personajes de circo, Orixas del Candomblé o personajes del imaginario popular como el Sci pereré, son algunos de los temas de estas Muñecas Negras Ibayomi, cuyo nombre de origen yoruba significa mi presente, mi momento, la guía que trae alegría.
Fortaleciendo la autoestima de un pueblo, arte genuino brasileño, elaborado por la cooperativa Abayome, rezan en sus etiquetas las muñecas de trapo; cuya escasa comercialización las mantiene casi como desconocidas fuera de Brasil y casi en Río de Janeiro, donde buscan un espacio para considerarse la artesanía popular de la ciudad.
Estudio de campo sobre el surgimiento de esta producción de arte popular, que ha sido reconocido a nivel internacional por la Red de Mujeres de América Latina y el Caribe de Paraguay. El proyecto de Muñecas Abayomi incluye la realización de cursos, talleres, espectáculos callejeros, conservación de recetas, difusión de poesía o canciones de cuna.
Como lo señala Ely Bartra, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien participa en el foro académico del XIX Festival Afrocaribeño; trabajo de campo que denomina Demasiado bueno para que durara, las muñecas Abayomi, donde recoge sus experiencias sobre el surgimiento de este arte popular brasileño, su génesis y desarrollo, hasta su desaparición en un incendio que destruyó el taller, la memoria gráfica y 400 muñecas.
La elaboración de estas muñecas continúa con nuevos grupos de mujeres, su contexto social pervive, como un conjunto de trabajo donde política y desarrollo artístico conviven.