Natalia Vitela
Agencia Reforma

¿Todos llevan un sádico o un masoquista dentro?  Para Juan Antonio Rodríguez Higuera, sexólogo de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual y miembro de la fundación México Vivo, todas las personas tienen algún rasgo de una u otra personalidad.

Hay quienes disfrutan vendar los ojos de su pareja o atarla de manos, otros se excitan mientras les propinan unas nalgadas, y ya con ello se está estableciendo una relación de dominación y dominado.

“Por lo general el hombre tiende a desarrollar más rasgos sádicos, y la mujer masoquistas. Esto tiene que ver con la educación. Eso pasa generalmente, pero también se puede invertir el rol. Hay hombres muy masoquistas y mujeres súper dominantes, que les gusta ser sádicas”, comenta.

El sexólogo explica que en el sadismo hay una erotización del poder, en tanto que en el masoquismo del sometimiento.

Rodríguez Higuera asegura que muchas personas reprimen estos rasgos porque los consideran malos, pero deben expresarlos para disfrutar su sexualidad y tener claro que, mientras no hagan daño al otro, pueden echar rienda suelta al rol que les guste interpretar.

“El sadomasoquismo entra dentro del campo de lo erótico, y el erotismo es una de las esferas principales de la sexualidad. Al hablar de erotismo es hablar desde un punto de vista placentero y es crucial que la gente se divierta, que la pase bien, que goce su sexualidad con fines recreativos, lúdicos”, indica.

Indicó que hay quienes únicamente se excitan cuando interpretan estos roles, a ellos se les denomina “sadomasoquismo verdadero”.

Mientras para otras parejas interpretar estos roles puede ser un plus para la relación, los sadomasoquistas verdaderos sólo tienen respuesta sexual interpretando estos papeles, dice.

Por otra parte, el sexólogo David Barrios, ex presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, precisa que el sadomasoquismo es un comportamiento ético y válido cuando hay consenso entre quienes lo practican y no se le hace daño a nadie.

“Cuando es así es consensuado, sensato, y en procura del placer recíproco”, puntualiza.

El especialista advierte que es fundamental que las personas tengan claridad sobre esto, pues puede
tornarse patológico y criminal cuando se violenta la voluntad de alguno de los participantes.

Ante de practicar el sadomasoquismo, los sexólogos recomiendan:

-No hacerlo por moda.
Es algo que genuinamente la persona disfruta.
Se debe revisar la propia vocación para ser sádico o masoquista.
-Asegurar que la práctica sea segura.
La situación no pone en peligro la vida.
Es un juego tolerable.
Hay un acuerdo.
-Fijar las reglas básicas.
Siempre hay derecho a frenar la práctica o postergarla.
La pareja debe tener muy clara la suspensión inmediata y las señales de sí y no.
-No practicar con desconocidos.
Si no hay confianza y seguridad, la persona es susceptible de una agresión.