Lilia González / El Economista
El sector empresarial ya trabaja con la Secretaría de Hacienda para retroalimentar la iniciativa de reforma hacendaria del Ejecutivo y con ello planchar una propuesta acabada, que será presentada al Congreso la próxima semana.
Dos condiciones se han planteado a los ajustes que proponga el empresariado: que apoyen al Estado mexicano (en especial al erario público) y que sean medidas no regresivas para la economía mexicana.
Así lo estableció Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a El Economista, al comentar que el compromiso del secretario de Hacienda, Luis Videgaray es que “todo es perfectible”, siempre y cuando se sustente la problemática con datos duros.
“Acordamos y ya empezamos mesas de negociación esta semana y continuarán la próxima, para que el miércoles siguiente llevemos el segundo encuentro con el Secretario de Hacienda y su equipo, en el que se definan los puntos de acuerdo y empujarlos con el Legislativo”, informó.
En entrevista, el líder de la máxima cúpula empresarial explicó que todos los organismos empresariales trabajan directamente con el grupo de expertos de Hacienda, para realizar el análisis de acciones que fortalezcan al Estado y, desde la visión de la Iniciativa Privada, contribuir a la hacienda pública.
El CCE cuenta con un análisis puntual sobre las afectaciones en cada uno de los impuestos que contempla la reforma hacendaria, los cuales se contraponen con el Plan Nacional de Desarrollo (PND), así como con otras leyes y reformas.
“El objetivo es llegar a acuerdos y consensos sobre las propuestas que inquietan al sector privado, bajo el propósito de lograr mayor productividad, crecimiento, inversión y empleo”, dijo Gutiérrez Candiani.
LAS PREOCUPACIONES
Las inquietudes de los empresarios en cuanto a la iniciativa hacendaria federal van desde la imposición de un gravamen de 10% sobre el pago de dividendos; la deducción inmediata de las inversiones en activos fijos; incrementar el IVA en la zona y región fronteriza de 11% a 16%; un impuesto verde; IVA a importaciones temporales; así como gravar a los refrescos y bebidas azucaradas, entre muchos otros. Las mesas donde son escuchados los empresarios se llevan a cabo de manera transversal y sectorial.
De hecho, existen acercamientos con la Secretaría de Economía para avanzar en el tema de la maquiladora de exportación, para que las importaciones que se exporten en producto terminado se exenten de IVA.
