Las principales bolsas de valores de los mercados asiáticos registran fuertes caídas en las primeras operaciones.

En Tokio, el Nikkei registra una caída de 2.65 por ciento.

En Hong Kong, el Hang Seng pierde un 3.95 por ciento.

Los índices chinos de Shangai y el Shenzen retroceden 8.0 por ciento y 7.09 por ciento, respectivamente.

En Corea, el Kospi cae 1.89 por ciento.

En Asia se extendía el temor a que una desaceleración más profunda de China arrastre a otras economías de la región, mermando la demanda por energía y recursos básicos.

La falta de confianza entre los inversionistas castigaba al petróleo, el combustible dominante y la materia prima más negociada.

“China podría verse forzada a devaluar aún más el yuan si la economía languidece y las bolsas están lidiando con la perspectiva de un yuan más débil que amplifique el efecto negativo de una economía china débil”, dijo Eiji Kinouchi, jefe de análisis técnico de Daiwa Securities en Tokio.

Los inversionistas no tomaron con optimismo las medidas aprobadas por el Gobierno que permiten que los fondos de pensiones puedan ser invertidos en el mercado accionario.

“El mercado está en una espiral bajista. No hay buenas noticias, las acciones siguen estando caras y no entra nuevo dinero”, dijo Qi Yifeng, analista de la consultora CEBM.

La preocupación era mayor por una fuerte inyección de liquidez de corto plazo al mercado interbancario, que muchos interpretaron como un substituto de un relajamiento monetario más profundo.