Coatzacoalcos, Ver.
Redacción
Por los asesinatos de los jóvenes Roberto Cristian Luis Guillén y José Luis Sánchez Solís, la Fiscalía General del Estado (FGE) ya cuenta con línea indagatoria que apunta al secuestro, sobre los responsables se cree que son los mismos que en recientes fechas han asesinado a dos personas más y mantienen privada de su libertad a otra, dando un total de 5 víctimas en lo que va del mes.
La Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS), confirmó que los fallecidos habían sido privados ilegalmente de su libertad y por cada uno se pedía la cantidad de un millón y medio de pesos.
Los familiares de Luis Guillén lograron juntar y entregar la cantidad de 60 mil pesos, sin embargo los raptores, consideraron que esto no fue suficiente para devolverlo con vida y lo asesinaron.
En el caso de Sánchez Solís, su familia sólo logró entregar la cantidad de 43 mil 700 pesos y también fue asesinado; según el resultado de la necropsia, uno falleció por asfixia y el otro por un severo traumatismo craneoencefálico, producto de un golpe con objeto pesado en la cabeza. Ambos fueron asesinados a la par según el grado de descomposición y llevaban aproximadamente 5 días dentro de la vivienda donde fueron encontrados.
Por estos casos la UECS dio apertura a la carpeta de investigación No. 54/2016 y también la No. 1599/2016, por el delito de secuestro agravado.
A inicios del presente año un estudiante de preparatoria fue atrapado por delincuentes que operaron de la misma forma, el joven fue “levantado” frente a la escuela a la cual asistía, en la calle Colegio Militar, del sector centro de la ciudad y días después hallado sin vida en la colonia Petrolera; sus familiares no lograron completar la cantidad que los secuestradores pidieron.
Días después en el municipio de Nanchital también fue secuestrado un empleado de Petróleos Mexicanos, quien había acudido a un funeral y vencido el plazo para el pago de su rescate, fue asesinado y su cuerpo tirado en la carretera que conduce al municipio de Moloacán.
Los cuatro casos convergen en que fueron asesinados a menos de cinco días de sus desapariciones, todos atados con cinta industrial y sus familiares no pudieron pagar los respectivos rescates.
Finalmente una quinta persona, empleada de Pemex, permanece en calidad de desaparecido. Se trata de Alberto Ulloa Jiménez, habitante de Coatzacoalcos que fue visto por última vez el día 10 del presente mes. Las autoridades sospechan que pueda ser otra víctima más de la banda de secuestradores.
