Por El Bicho Politicón
El segundo debate me dejó muy claro que el Peje no anda muy fino en el intercambio de ideas, ¿que si eso es preocupante?, pues no.
Si debe preocupar que te hablen bonito, como los estafadores de altos vuelos, y te dejen sin calzones sin quitarte los pantalones… ciertamente, tanto Meade como Anaya han dado muestras de que son buenos oradores, de ahí a que sean confiables para gobernar hay un abismo.
Dicho lo anterior, me parece que el debate se quedó corto, se supone que se trataría la agenda de comercio exterior, inversión, seguridad fronteriza y migración; solo se habló sobre Trump y EUA. Nadie fue más allá con una propuesta sería en esos temas… fue una repetición de las mismas frases.
Nuevamente, como en el anterior debate, el blanco de los ataques fue López Obrador, de quien no me gustó la forma grosera que contestaba, ante todo debe mantenerse firme ante las provocaciones, no dar la sensación de intolerancia, porque ya veo los nuevos spots de los corruptos pintándolo como violento… una vez más.
Nuevamente, como en el anterior debate, se dijeron infinidad de mentiras, la mayoría sobre López Obrador, así que la contienda se mete a una zona donde el juego se llama: ¡la calumnia de hoy!
Juego peligroso que polariza, juego peligroso que azuza al tigre, golpeteo vulgar de gente sin escrúpulos (Meade y Anaya) que quieren seguir con los negocios turbios que el poder les ha representado.
Faltan los 40 días bíblicos en el desierto, de donde se espera que salga un AMLO fortalecido y triunfante.
Pues eso.
