Guamúchil, Sinaloa, 24 de octubre de 2016.- La tenue luz de 7 veladoras en forma de cruz, iluminaban el blanco y pequeño ataúd en donde yacía el cuerpecito de Britani.
COLOCADO SOBRE UNA MESA DE CENTRO DE SALA, ADORNADO CON DOS PEQUEÑOS RAMOS FLORALES Y CUATRO GLOBOS BLANCOS, ERA VELADA EN LA CASA DE SUS ABUELOS.
Los sollozos de su joven madre se mezclaban con el resto del ambiente; lo que en otras circunstancias hubiera sido un panorama de felicidad y regocijo, se tornó en tristeza e impotencia para una humilde familia que ahora pide justicia.
Calvario
Anel Itzel Leyva Islas es una joven de 15 años cuyo embarazo cumpliría los 9 meses este 29 de octubre, sin embargo ayer en la mañana sepultó a su hija fallecida por asfixia perinatal severa, ocasionado presuntamente por negligencia médica en la atención que recibió en el Hospital General Subzona 30 del IMSS, en donde Anel fue víctima de violencia obstétrica de parte del médico que le atendió.
Según relata, el jueves en la noche y el viernes por la madrugada fue al hospital al menos en cuatro ocasiones, a la media noche del jueves, a las 04:00, 07:00 y 10:00 horas del viernes, en las primeras tres veces fue regresada a su casa aunque ella ya presentaba fuertes dolores de parto.
Fue ingresada a cuarto a las 11:00 horas del viernes, en donde le reventaron la fuente pero no fue si no hasta las 19:00 horas cuando la pasaron para que diera a luz, sin embargo la inyección que le pusieron (raquia) la había dejado completamente sin fuerza.
“Yo no sentía fuerza ni nada y fue cuando me queje con el doctor y se enojó, me dijo que me iban a hacer cesárea y que me iban a rajar, ‘métanla a quirófano’ gritó enojado y aventó la bata”, explica Anel referente a los tratos que le dio el médico, de quien sólo recuerda haber sido identificado como Doctor Arriaga.
SIN EMBARGO, EL MARTIRIO DE ANEL NO PARÓ AHÍ, Y POR EL CONTRARIO APENAS EMPEZABA SU VÍACRUCIS.
Cuando ella intentó cambiarse de una cama a otra para ser trasladada, el mismo doctor ya enfadado le aventó las piernas y le continuaba reclamando ‘la quejadera que traía’; “él no hablaba, me gritaba y se enojaba por que yo me quejaba, como yo traía los dolores en la columna no podía estar derecha y él me quería derecha”.
A partir de ahí, en el quirófano ella fue anestesiada para someterla a una cesárea, proceso en el que sólo recuerda haber sentido dolor en el abdomen por la cirugía; no sabía la noticia que le esperaba al abrir los ojos.
Cuando despertó, naturalmente Anel pidió ver su hija, sin embargo la respuesta que recibió es que el doctor iría a hablar con ella y explicarle las cosas, sin embargo él nunca se presentó de nuevo ante ella.
Ante su insistencia en conocer a su bebe recién nacida, recibió una respuesta dimensionalmente diferente, entonces se le notificó que su hija nació muerta.
“NADA MÁS ME DIJERON QUE LO SENTÍAN MUCHO, QUE HICIERON TODO LO POSIBLE PERO NO LO HABÍAN LOGRADO Y QUE LA NIÑA ESTABA MUERTA”.
A decir de Anel Itzel, en sus consultas médicas preliminares había estado todo normal, sólo que 15 días antes estuvo hospitalizada por que presentó sangrado y dilatación. La noche que nacería su hija, sus padres Isabel Islas Carabeo y Eleazar Leyva Leal estuvieron en la sala de espera y pudieron verla una vez que fue pasada a cuarto, pero la noticia le fue dada cuando aún estaba sola pese a ser menor de edad.
Incluso, sus padres por voz del médico Arriaga fueron enterados del fallecimiento de la bebé, quien les dijo que probablemente pensarían que fue negligencia de ellos pero que se hizo lo posible, declaración que puso en alerta a la familia.
Cabe mencionar que en el certificado de defunción la hora del fallecimiento está especificada a las 20:50 horas, y el tiempo de vida según el documento fue de 10 minutos, aunque a la mamá le dijeron que había nacido muerta. No obstante, en el féretro de la bebe la hora de nacimiento plasmada es a las 19:40 mientras que la hora de la muerte a las 20:40, es decir una hora de diferencia.
El sábado por la tarde, Anel fue dada de alta del hospital, pero en vez de llegar a su casa con su niña en brazos, llegó para verla vestida con un ropón blanco al interior de un ataúd; al velorio llegó personal del ministerio Público para entrevistarse con ella y sus familiares respecto al fallecimiento de la bebé, lo que de alguna manera les da esperanzas de que se investiguen las condiciones y los motivos por los cuáles la bebe falleció asfixiada.
ESTE DOMINGO MUY TEMPRANO, ANEL DESPIDIÓ A SU HIJA EN UN CEMENTERIO DE LA CIUDAD.