A MIS PACIENTES:
Ante la imposibilidad de hacerlo personalmente, aprovecho la oportunidad que las redes sociales nos brindan, para despedirme de todos ustedes.
Debido a una serie de hostigamiento y extorsión en mi contra por grupos de delincuentes locales que se hacen pasar por miembros de la delincuencia organizada, he tenido que emigrar de Minatitlán, mi ciudad, el lugar donde nací… mi tierra.
Lamento mucho no poder seguir atendiéndoles como ustedes se merecen, pero la exigencia absurda de la que era yo objeto, me impide continuar realizando lo que por siempre ha sido mi pasión y al mismo tiempo, mi única forma de ingresos, con el que mantenía de forma honesta a mi familia.
A pesar de la solicitud de auxilio a las autoridades, no encontré el eco necesario y ello ponía en alto riesgo mi integridad y la de mi familia, por lo que no tuve otra opción que poner distancia de por medio, y hoy no puedo estar con todos ustedes, mis estimados pacientes, con quienes logre establecer una sana amistad, pero que hoy las circunstancias, me impedirán volver a atenderlos.
Deseo fervientemente, algún día poder visitar a mi tierra, y sin temor y libremente caminar por sus calles, las cuales hoy tristemente se encuentran en manos de malandrines que atentan contra quienes de manera honesta trabajan día a día para subsistir.
Les abrazo a la distancia y que Dios bendiga a Minatitlán, y a todos mis pacientes.
Atentamente:
Dr. Salvador Sánchez Díaz
