Un terremoto de magnitud 7,2 sacude El Salvador, Honduras y Nicaragua

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Nicaragua ha emitido una alerta de tsunami en toda su costa pacífica

Un temblor de tierra de 7,2 en la escala Richter ha sacudido a El Salvador este mediodía. Pese a que los primeros reportes no ofrecen aún constancia de que haya habido muertos ni grandes destrozos, aún es pronto para poder evaluar las consecuencias del fuerte sismo. “Por ahora está todo tranquilo”, explican a EL MUNDO fuentes de comunicación políticas del país.

El problema es que ahora la amenaza más que debajo de los pies viene del mar. La amenaza de tsunami ha provocado la alerta amarilla a lo larga de la pequeña y frágil costa salvadoreña. “Protección civil emite alerta amarilla por tsunami”, titula el periódico la ‘Prensa Gráfica’.

Hasta ahora las únicas medidas tomadas, a la espera del posible impacto del mar, han sido la evacuación de las comunidades costeras. El Ministerio de Medio Ambiente ha publicado ya en redes sociales horarios de impacto del oleaje que en todo caso, según los expertos, traería olas en un primer momento no superiores a un metro.

Protección Civil también ha emitido un primer comunicado en el que dice que “daños generalizados no ha habido por sismo de 7,2. Se continúa monitoreo de daños en zonas específicas”.

El Salvador sufre con este terremoto su décimo fuerte sismo en el último siglo. El llamado como Valle de las Hamacas, debido a la facilidad con la que se mueve el suelo, ha vivido temblores de importancia en 1917, 1919, 1936, 1951, 1965, 1982, 1986, 2001 más el de hace unas horas.

Nicaragua también se han visto afectada por el movimiento de placas. En el caso de este país, a la vez que el suelo se le mueve le tiembla el cielo y el mar. El huracán Otto ha tocado tierra con categoría 3 en el sur del país. Las autoridades han emitido la alerta ante la amenaza de un triple desastre natural: terremoto, tsunami y huracán.

Son varias ya las comunidades fronterizas con Costa Rica que han sido evacuadas y las autoridades elaboran un plan de choque ante los pasibles daños humanos y materiales que pudiera desencadenar la naturaleza.

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