CIUDAD DE MÉXICO, 13 de mayo.- Varias casas quedaron destruidas o con graves daños en la provincia canadiense de Manitoba tras un ‘tsunami’ de hielo, que arrasó este fin de semana la región.
El devastador fenómeno se produjo después de que el hielo del lago Dauphin, derretido por las altas temperaturas, fuera arrastrado por el fuerte viento hacia la tierra.
Las autoridades han declarado el estado de emergencia en la comunidad de Ochre Beach, cercana al lago, donde el hielo destruyó 12 viviendas y dañó otras 15.
El incidente no dejó heridos, pero las casas fueron evacuadas.
En EU los habitantes de las poblaciones alrededor del lago Mille Lacs, en el estado de Minnesota, presenciaron el mismo fenómeno, aunque se produjo con menor fuerza, viéndose afectada solamente una casa.
Los primeros en sufrir este fenómeno fueron el viernes los vecinos de Ochre Beach. El intenso viento que soplaba en la zona, de unos 80 kilómetros por hora– levantó la capa de hielo que cubría el vecino lago Dauphin, que tiene una superficie de 520 kilómetros cuadrados.
La avalancha de hielo, que alcanzó alturas de nueve metros, dejó completamente destruidas al menos seis viviendas. Otras 14 casas han sufrido también daños graves. Los vecinos que en aquel momento se encontraban en sus viviendas han explicado que oyeron un ruido que sonaba como si un tren pasara junto a las casas. “Fue todo muy rápido”, han señalado.
Uno de los vecinos más afectados, Dennis Stykalo, relataba a los medios locales que se había quedado sin nada y que ni siquiera podía recuperar sus cosas. “El hielo está por todas partes y la casa es como un bloque de cemento”, ha lamentado.
Muchas de las familias afectadas no tienen seguros para daños causados por el hielo en este tipo de accidentes. Además, algunas de estas personas ya sufrieron en el 2011 los daños por importantes inundaciones causadas por la crecida del nivel de agua del lago.
Las mismas escenas han vivido este fin de semana los vecinos de Mille Lacs, una localidad situada en el noroeste del estado de Minnesota. Fuertes vientos han levantado olas de hielo del lago Mille Lacs, de 536 kilómetros cuadrados, y las han arrastrado hasta las casas, algunas de las cuales han resultado muy dañadas.