El Milagro de la Virgen

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Urbanhistorias de Cuichapa

Gustavo Martínez Contreras

El Sagrado Corazón de María, abogada de las cosas difíciles y desesperadas, patrona de Villa Cuichapa hizo El Milagro.

Hace más de 70 años, si la memoria no me falla, existía un grupo de damas altruistas que impulsaron la construcción de la iglesia del pueblo, mujeres como doña Ramona Alcina (Monina), esposa del superintendente Roberto Rodríguez Montes; María Dolores Viga, esposa de don Juan Girad; María Dolores Aguilar, esposa de Homóbono Carvajal; Guillermina Morales, esposa de Adrián Santos; Dominga Pola, esposa de Manuel Rendón Hernández; Nemoria González, esposa de Bernardo Linares, ellas fueron las que hicieron malabares para hacer posible la edificación.

En un principio era una construcción de unos 12 X 7 metros, con paredes de barro y un techo de los llamados de lámina plana, eso se debía a que la sacaban de los tambos de lámina de 200 litros que cortaban y aplanaban para su uso en techos, ahí venía de Coatzacoalcos el padre Francisco (don Panchito) Gutiérrez y Gutiérrez a dar misa.

Don Juan Rayas, oriundo de Jalisco, se encargaba de dar la doctrina dos días por semana, teniendo un sistema de premiación: a quien más asistía le tocaba el juguete mejor, así le dieron una muñeca que abría y cerraba los ojos (gran tecnología en aquéllos ayeres) a la niña Ángela Rodríguez Rosaldo, también repartían carritos de latón, pelotas, harmónicas…

Pasaron por la iglesia obispos de Tehuantepec, de los Tuxtlas hasta que se creó la diócesis de Coatzacoalcos, además hubo uno que otro padre travieso que dejó algún retoño por estas tierras, hubo un padre alemán (Fisher) y otro de la Unión Americana (Tomás Saunders), Vicente Macias Botello, pero del que se tienen gratos recuerdos es del padre Uriel Medina Mora.

La fiesta se celebra cada 30 de mayo, para lo cual se adornaban las plataformas del kalamazo para subir a la Virgen y la paseaban a lo largo y ancho de sus vías, desde la “Y” griega hasta lo que ahora es Tlacuilolapan, se dice que al pie de la escalinata de la iglesia era un lugar que se enfangaba cada que llovía pero la fe de la gente era mucha y ahí iban entonando los coros compuestos por don Miguel Camacho, oriundo de Colima.

Pues sucede que las primeras perforaciones en el entonces Campo Petrolero de Cuichapa no daban para ser optimistas en cuanto a producción petrolera, y perforaban y perforaban y nada, que salía puro lodo, estaban a punto de abandonar la empresa hasta que se encomendaron a la Virgen del Sagrado Corazón de María, prometiéndole un torre de 30 centímetros de alto de oro puro si les hacía el milagro de darles un pozo productivo.

Después de la promesa fueron a hacer el intento número 24 de perforación y ¡MILAGRO!, el pozo salió con premio, por lo que los trabajadores petroleros también le cumplieron a la Virgen y le mandaron a hacer su torrecilla de oro, misma que en algún momento de la historia alguien hizo el “milagro” de desaparecerla.

El pozo sigue productivo, la torre de oro ha de estar en algún altar particular, cosa de la historia del viejo Cuichapa.

El Sagrado Corazón de María, abogada de las cosas difíciles y desesperadas, patrona de Villa Cuichapa hizo El Milagro.

 

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