Engañan a consumidores además de los riesgos a la salud al no provenir de rastros certificados; productores la compran por ser más barata
VIRIDIANA DE LA ROSA
Detalló que este tipo de carne es más económica, sin embargo el problema es que engañen a la gente.
A esto habrá que sumar que algunos el especialista afirman “que la gran mayoría de los caballos destinados a rastros han ingerido o son inyectados con sustancias químicas como Isoxsuprine, Zilpaterol, Ractopmaina, Triamcinolone Acetonide o Dexamethasone.”
“Todas estas sustancias ocasionan problemas sanguíneos, intestinales (salmonelosis), gastroenteritis, complicaciones en el embarazo, intoxicación, encefalitis”, entre otros, además de que carecen de vigilancia sanitaria en rastros certificados.
La venta de carne de caballo es permitida y regulada por la Ley General de Salud por lo que no es dañina para la salud siempre y cuando haya sido manejada de forma correcta.
“Porque es más barata y si le pones ajito, condimento, sal y pimienta en un taquito te sabe igual, además el kilo vale la mitad que la de res”<7b> mencionó.
Finalmente dijo que esta carne es más roja y con menos grasa, recomendó a los consumidores comprar en establecimientos formales e higiénicos para evitar que les engañen.