Viajó desde México para ver a su “amor” en LCH

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Ambos son menores de edad y se conocieron a través de las redes sociales.

Felipe García Hernández

Las Choapas, Ver.

Una real y triste historia de amor como de “novela”, se dio entre dos menores de edad, él originario de la Ciudad de México y ella de Las Choapas Veracruz.

Todo comenzó hace unos meses atrás, con una solicitud de amistad en Facebook la cual fue enviada y aceptada de forma inesperada.

Sin embargo, nunca imaginaron que su relación que comenzarían de amigos, se convertiría en más que eso con el paso de los días.

Ver sus perfiles, galerías fotográficas, el historial, la información, pero sobre todo las publicaciones constantes, los condujo a conocerse y llevarse mejor.

Poco a poco, sus conversaciones amenas se transformaron en un sueño que hicieron realidad al menos de manera virtual.

Es decir, la “amistad” se fortaleció aún más y las palabras fueron cambiando, un giro completamente distinto era el panorama que se demostraban el uno al otro.

No obstante, cuando todo era miel sobre hojuelas y en una etapa de enamoramiento, es precisamente él, un jovencito de apenas 17 años quien decide aventurarse para estar con ella.

A bordo de su bicicleta y sin el consentimiento de sus padres, decide escaparse y viajar a la ciudad de Las Choapas.

Un trayecto largo recorrió en el vehículo de dos ruedas, luego tal vez en raid, pero soportando las inclemencias del tiempo, pasando hambre y sed, mal durmiendo igual.

La emoción por ver físicamente a su “gran amor” quien vive en la colonia La Sabana y también tiene la misma edad, era demasiada, pues así se lo dictaba su “corazón”.

Al llegar a este municipio considerado el último rinconcito jarocho, se hospedó por una noche en conocido hotel, pero las cosas no fueron como él las había imaginado, ni lo que pasaría al momento de presentarse en la casa de ella.

Y es que los padres de la jovencita tras enterarse de este “amorío”, fácilmente rompieron en un 2*3 toda relación, bajándolos incluso de la nube más alta al ser menores de edad.

Peor aún, ante la insistencia de quien viajó desde muy lejos, se vieron obligados a solicitar el apoyo de la Policía, los cuales prácticamente se lo llevaron a la comandancia.

Fue en el pasillo principal donde lo tuvieron por un buen rato, incluso, el mismo relató lo sucedido mientras estaba al borde del llanto.

Horas más tarde llegó personal del DIF Municipal, para dialogar y brindarle todo el apoyo necesario en cuanto alojamiento y alimentación.

Posteriormente, esperarían la llegada de su madre con quien se comunicaron directamente a la Ciudad de México para ser entregado, lo cual marcaría rotundamente este desenlace.