De acuerdo con Gregorio Morales, autor del libro Erótica Sagrada, “el 69 es un ‘Tai Chí’ (símbolo taoísta) donde fluyen armónicamente el yin y el yang. Para los tantrikas (monjes que siguen el camino religioso taoísta, a través del sexo), la práctica oral recíproca crea una progresiva corriente de energía que nivela, integra y regenera tanto el cuerpo como la mente”.
No obstante, uno de los problemas del “69” es que, generalmente, la pareja no llega al orgasmo de forma simultánea y cuando uno lo consigue, evidentemente deja deseguir practicando el sexo oral al otro porque la tensión anterior y la relajación posterior se lo impide.
Aunque especialistas o personas recomienden cualquier postura sexual, lo más recomendable es experimentar para crear tu opinión y descubrir si es realmente lo que buscas y si te genera el placer que esperas.
La altura o el peso
Hacerlo con una pareja de altura diferente puede provocar que uno de los integrantes acabe con lumbalgia, en un intento de querer acortarse para llegar al lugar estratégico; mientras el otro tenga que alargarse para alcanzar el fruto del árbol prohibido, lo que puede provocar más de un dolor de cervicales, el peso es otro de los factores que en ocasiones hace que muchos detesten esta posición; sin embargo, pueden buscar opciones como muebles multiposicionales para lograr encajar con la pareja.
MUJER ABAJO
Para el 69 sexual te recomendamos colocar una almohada debajo de tus caderas para levantar tu pelvis y facilitarle el trabajo a tu chico. La desventaja es que él puede mover sus caderas con mucha fuerza sin querer, y es posible que ese movimiento sea un poco incómodo para ti.
MUJER ARRIBA
Tienes un mejor control de su pene, pero también es más fácil que sientas placer explosivo porque puedes mover tus caderas al ritmo que prefieras, y acomodarte mejor para que él use su lengua de una forma placentera.
ACOSTADOS
Uno al lado del otro, doblen la rodilla apoyando la planta del pie detrás de la pierna que está recargada sobre la cama. Usa la pierna de tu chico como “almohada” para recargarte y deja que él haga lo mismo sobre la tuya.
PARADOS
Ya sea que él se acueste en la cama con la cabeza en la orilla o que tú lo hagas. Párate con las rodillas pegadas a la cama para que tu clítoris le quede justo donde lo quieres. Agáchate para alcanzar su pene con tu boca. La ventaja es que te puedes recargar sobre tus brazos.