Escrito por: Jairo Torres Luria
En los días 1 y 2 del mes en curso, fueron festejados los fieles difuntos, para esto una gran cantidad de personas de esta villa y también provenientes de otras ciudades acudieron al campo santo a convivir con sus familiares que desde hace algún tiempo dejaron de existir. El panteón municipal lucio abarrotado por cientos de personas, la gran mayoría de las tumbas lucían con ofrendas florales, y de muy pocas sus familiares no se acordaron, o bien no comparten esta creencia.
Tras el festejo muchas personas se congregaron en el cementerio desde muy temprano donde colocaron algunas lonas para estar más cómodos teniendo una mejor convivencia con sus familiares ya muertos, también no faltaron las tradicionales cervezas para ponerle ambiente. Por el ánimo que tuvo la ciudadanía, favorecido por la condición del clima, los vendedores de flores, como son el cempasúchil, mano de león entre muchas otras resultaron beneficiados ya que las ventas se mantuvieron favorables.
También los comerciantes de pan y dulces típicos de la fecha tuvieron ventas considerables, lo que les trajo más ganancias que en años pasados. Y es que también se pudo observar que muchas familias colocaron sus altares en sus casas, a la espera de como marca la tradición que sus familiares regresaran del más allá a disfrutar de sus platillos favoritos.
En estos dos días de fiesta para los muertos, no se presentaron problemas como ha ocurrido en años anteriores donde las cervezas dan resultado negativo a los vivos. Fue por esto que las familias se lograron reunir ya que estuvieron presentes los vivos y los del más allá.
