Huimanguillo, Tabasco

Varias detonaciones de alto calibre fue lo que hizo salir a los vecinos del ejido Pico de Oro, primera sección, y al darse cuenta observaron dos cuerpos acribillados, uno en un dren de agua y el otro en el interior de la camioneta en que iban.

Los curiosos, sin saber todavía de que se trataba de padre e hijo, el primero fue identificado con el nombre de Jhonatan Mollinedo Montiel, de apenas 18 años de edad, y su progenitor, de 40 años, Sergio Mollinedo Silva, los cuales tenían su domicilio en la villa Benito Juárez.

Aunque se desconoce el móvil por el cual fueron ejecutados, los familiares Érika Mollinedo Silva y Felipe Mollinedo Montiel, aseguraron que ninguno de los dos tenía problemas, y se dedicaban a atender un local de venta de verduras y abarrotes en villa La Venta.

La ejecución fue durante una persecución ocurrida a las 8 de la mañana de ayer, sobre la carretera Cárdenas-Coatzacoalcos; los responsables, de acuerdo a los testigos, portaban fusiles AR-15 y viajaban en camionetas de lujo, mismos que después de realizar los asesinatos partieron con dirección a Coatzacoalcos.

Cuando arribó un grupo de policías, de inmediato implementaron un operativo, sin embargo, no lograron dar con los criminales.

Narran que el conductor de la camioneta al salirse del camino cayó en un desnivel, y luego, en un dren de aguas negras, fueron presa fácil de los sicarios, matando primero al conductor dentro de la unidad, mientras el joven pudo salir corriendo, pero metros más adelante acabaron con él de varios balazos.

Los responsables escaparon, y los vecinos no hicieron más que refugiarse en sus casas para ponerse a salvo.

La unidad donde viajaban las víctimas era una camioneta Ford F-150, color verde, con matrículas de Tabasco VP-40623, y por los disparos, hicieron que se saliera de la carretera.

Los peritos criminalistas que se dieron cita en el lugar contabilizaron un total de 30 impactos de bala de AR-15, luego de realizar el rastreo criminalístico, los cuerpos de padre e hijo fueron llevados a la morgue para la necropsia de ley.

Sobre estos nuevos hechos de sangre, ya la Fiscalía General del Estado registra las investigaciones.