Entre grava, arena, cemento, vigas, palas y maquinaria, hoy los “maistros”, festejan la conmemoración del Día de la Santa Cruz, así como el “Día del albañil”, por lo que si todo sale como se tiene previsto, entre compañeros, chalanes y jefes, festejarán el día colocando una cruz de madera en lo más alto de la edificación que se encuentran construyendo, misma que irán a bendecir previamente para dar gracias a Dios por el trabajo y cuidarlos dentro de su área laboral.
Como cada año, el 3 de mayo está marcado en el santoral católico como el Día de la Santa Cruz. Y en esa misma fecha, los trabajadores de la construcción celebran su tradicional Día del Albañil, a menudo en las mismas obras donde se encuentran trabajando, por lo estarán de festejo dejando al menos por un momento las herramientas y materiales a un lado.
Según el santoral católico, la festividad de la Santa Cruz, que se refiere a la cruz de madera donde murió Jesús de Nazareth, se celebra el 3 de mayo porque justo en esa fecha, pero en año 326 fue cuando se encontró dicha reliquia sagrada.
Cipriano Guerrero, de 40 años y con cerca de 22 años, en el oficio de la construcción, comentó que la costumbre es la de hacer una cruz de madera y decorarla con un moño blanco y otros adornos.
Esta cruz se coloca en el lugar donde se está trabajando; sin embargo, previo a ello ésta se lleva a bendecir a una iglesia, pero si no hay tiempo para ello, se baña con agua bendita para lograr dicho fin.
Pese a que ellos celebran su día con algún convivio o comida entre compañeros, ingenieros y arquitectos, también aprovechan para agradecer a Dios por el trabajo diario y por cuidarlos en sus pesados quehaceres que no los exentan de sufrir algún accidente.
“Parece que no, pero sí tiene que ver mucho el que tenga uno fe en algo; es la fe que tiene uno esta tradición de la Santa Cruz”, manifestó el entrevistado, quien señaló que no siempre hay festejo, ya que en ocasiones la economía o la carga laboral no permite realizar un convivio.
Comentó que esta cruz, cuando se trata de obras grandes, se coloca en el lugar y ahí se deja para el festejo del siguiente año, aunque de igual forma cuando son construcciones pequeñas, también se deja durante todo el tiempo que dure la obra: “Hay casos donde se queda ya para siempre, aunque ya hayamos terminado nuestro trabajo”, explicó.
Salvador Peña, quien tiene 45 años, dijo que acostumbra a realizar una cruz de madera y colocarla en lo más alto que se pueda de la construcción, estos como signo de fe y esperanza que proveerá de buena suerte para no tener algún accidente en el trabajo, así como dar gracias por la abundancia del mismo. En tanto, manifestó que él adoptó este oficio, ya que fue una herencia de su padre, incluso sus tíos se dedicaban a la construcción, trabajo pesado que demanda esfuerzo físico, principalmente cuando se realizan vaciados de lozas y paredes.
