Filtran la nómina de todos los empleados de Nanchital y que este medio de comunicación tiene en su poder, la alcaldesa por no hacer nada gana un sueldazo .
Martín Cruz Alegría
Nanchital, Ver.-
Un promedio 50 empleados de confianza aún no han sido contratados en el Ayuntamiento de Nanchital y aunque algunos de estos son importantes para el desempeño de la entidad municipal, permanecen efectuando labor social con el argumento de que no hay recursos para cubrir los salarios, mientras que ediles y colaboradores cercanos a la alcaldesa Brenda Manzanilla Rico (79 mil 776) ya han comenzado a disfrutar de sus quincenas.
Se cumplen 39 días que empleados de confianza realizan “labor social” con la promesa de que serán contratados, aunque algunos de estos han empezado a exteriorizar su disgusto a discreción, pues durante mes y días los han tenido engañados, a sabiendas que es la única fuente de ingresos con la que cuentan mientras que los ediles, directores, e inclusive la primera autoridad municipal ya ha cobrado su jugoso salario, libre de polvo y paja.
Directores y auxiliares que solo van a calentar el asiento y que permanecen en el cargo por compromisos políticos sin que desempeñen su trabajo tal cual es, con eficiencia y profesionalismo, fueron contratados y ya recibieron el pago de la segunda quincena de enero.
Fuentes dignas de todo crédito revelaron que firmaron contrato y cobraron salario, personal de confianza de la tesorería municipal y el titular de ésta, Adolfo Morales Zárate (35 mil 700); así mismo, el departamento de obras públicas sin excepción; mientras que una parte del personal de Protección Civil, permanece en la cuerda floja o a la espera del llamado, siendo esta un área importante para la atención de la ciudadanía, pues tal parece que la alcaldesa prefiere no dejar sin el plato de comida al director de gobernación Cristian Torres Ortiz (12 mil 500), como si éste le supiera algo o bien se trajeran algunos “acuerdos” entre manos. Lo mismo sucede con la contralora Ana Lilia Bartolo Lagunes (29 mil 370), cuyo desempeño en los dos años de administración ha dejado mucho de qué hablar ya que al parecer es la que “desaparece el dinero”, y en lugar de cesarla por su pésima actuación, la alcaldesa la premia permitiéndole quedarse en el cargo, llegar a la hora que se le paga la gana y hacer como que trabaja.
En la lista de los contratados y “consentidos” por Manzanilla figuran Alfredo Godoy (24 mil 104), director de Desarrollo Social; Patricia Gómez, asistente particular (12 mil 512); Ricardo Sagrero Morales, Director de Recursos Materiales (12 mil 516); Guillermo Arévalo Balderas, Protección Civil (12 mil 516); Carlos Jiménez Nicolás, director de Mantenimiento Civil (12 mil 514) ; Oscar Ortiz Contreras, director de Recursos Humanos (24 mil 114) ; María del Rosario Toledo Toledo, asesora de la contraloría (21 mil 440); Álvaro Martínez Borja, director del jurídico (14 mil 914); Cutberto Villalobos, encargado de atención ciudadana (10 mil 920) ; Flora María Yan Chang, directora de educación; Teresa Domínguez Pérez, directora de Catastro; Monstserrath Gómez, auxiliar de Tesorería, entre otros.
No han corrido con la misma suerte, José Antonio Enríquez Ramírez, director de Ciencia y Tecnología; Filomena Mendoza Contreras, médico municipal; Demetrio Palma Reyes, director de Patrimonio; Jorge Alor Urdiana, director de comercio; Juanita Sierra, encargada de derechos humanos; Erika Guillén, directora del Instituto de la Mujer; Eulalio Hernández de Dios, director de vialidad; Mayela Piña Balderas, directora de turismo; Agustín Hernández Arreola, oficial Mayor; Beatriz Morales Guillén, encargada del archivo municipal; Silvia Elena Santiago, encargada de acceso a la información y otros más que han tenido que apretarse el cinturón y permanecido regalando su tiempo y expuestos a que no sean contratados sino hasta la quincena siguiente o así darles largas hasta dejarlos fuera definitivamente.
Algunos trabajadores cansados de esta situación, esperan que la alcaldesa les hable con la verdad, si les dará la oportunidad o no; ya que está próxima la quincena de febrero y ven difícil que vayan a cobrar, por lo que será preferible entregar la estafeta y buscar otro empleo, pues no cuentan con otra fuente de ingresos, sin embargo, calificaron su decisión de contratar a gente improductiva como arbitraria y una falta de respeto para quienes han colaborado sin percibir el pago de horas extras y sobre todo haber trabajado para llevarla al cargo de alcaldesa de Nanchital.
