Por El Bicho Politikón
Hace un año fui testigo del cambio de gobierno en Moloacán y así como ahora dice el Peje, se recibió un ‘cochinero’, prácticamente nada tenían en orden, un buen ejemplo de lo anterior fue la Dirección de Obras Públicas… únicamente entregó la administración del cacique una pala y dos picos.
Unos se preguntaban, pues con qué trabajaban o qué hicieron con el presupuesto que sólo pudieron comprar esas tres herramientas, otros francamente pensábamos que se robaron las cosas, pero bueno, eso ya es parte del pasado.
A trece meses del ‘cambio’ parece ser que la única que trabaja en el municipio es la alcaldesa y los integrantes del DIF, de ahí en fuera la cosa es lamentable… pongamos por caso la misma Dirección de Obras Públicas, en días recientes anunciaron que por órdenes de la alcaldesa repararon un registro.
Bien por los muchachos de Obras Públicas, pero uno se pregunta ¿por qué tienen que esperar la orden de la alcaldesa? ¿no tienen ya un diagnóstico de los múltiples problemas que hay en el municipio? ¿con ese diagnóstico no han elaborado un plan para solventar los problemas urgentes? si la alcaldesa no los manda a trabajar, ¿qué han hecho en el último año?
Y así podemos calificar área por área, más allá de las gestiones tan importantes que hace la alcaldesa, las demás direcciones dejan mucho qué desear… sin más, al checar el organigrama en la página oficial del ayuntamiento hay personas que tienen casi un año que no laboran ahí… ¿quién está al pendiente de esa página?, por favor, es una porquería. Parece que la alcaldesa tiene muchos enemigos en casa y que el peso de pagar facturas es más oneroso de lo que se pensaba.
Hace trece meses creímos en un cambio verdadero, nos han dado un cambio cosmético.
En algún intercambio fugaz de opiniones con Vicky Rasgado, coincidíamos en que a partir de este año habría cosas importantes para Moloacán, pero con ese equipo de vividores… como dijo el cura: ¡está cabrón!
Pues eso.
