¿Cómo debe dormir el bebé?

Jorge Alberto García

Agencia Reforma

Ante la muerte súbita de bebés menores de un año suscitadas no sólo en Tabasco, sino a nivel mundial, la discusión sobre la manera correcta en que debe dormir un bebé continúa siendo motivo de controversia, pero los expertos son claros: Lo mejor es boca arriba.

El pediatra neonatólogo Raúl Garza Bulnes explica que los papás han creído que la posición correcta es boca abajo, pero la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda lo contrario desde 1992.

“Llegaron a esta conclusión luego de varios estudios que determinaron que una buena parte de bebés que fallecían, debido al Síndrome de Muerte Súbita Infantil (SMSI), habían sido acostados boca abajo”.

Este síndrome se caracteriza por la muerte repentina e inexplicable de un niño menor de 1 año, especialmente antes de los 6 meses.

“Son bebitos a los que no se les encuentra una razón de su fallecimiento, como pudiera ser una broncoaspiración por alimento o leche, o bien, una cardiopatía”.

Es más difícil que estando boca abajo un bebé pueda resolver este problema que boca arriba, donde tiene todo el aire encima.

Un mito que persiste  viejas creencias

Un buen porcentaje de papás y abuelitos “prefiere” que el bebé duerma boca abajo, ya que cuando está hacia arriba “lo ven más inquieto”.

Otro argumento que usan los papás es que si el pequeño regurgita o vomita, estando boca arriba existe una mayor posibilidad de que se broncoaspire.

“Se han llevado a cabo varios estudios al respecto y no se ha demostrado que exista un incremento en la tasa de broncoaspiración acostándolos boca arriba”, señala el pediatra neonatólogo Raúl Garza Bulnes.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Boca abajo

Le permite ir tomando fuerza en los músculos del cuello, brazos y tórax, puede dormir después de los 4 meses y bajo supervisión de los padres.

Boca arriba

Se recomienda esta posición, pero con la cabeza un poco levantada hacia arriba con una almohada, para tratar de evitar lo más posible el reflujo.

De lado

También existe la posibilidad de acostar al bebé de lado, pero no se ha comprobado que ponerlo en esta posición disminuya la incidencia del SMSI.