Acayucan, Ver.
JUAN ANTONIO VALENCIA
Familiares de uno de los jóvenes “levantados” hace casi un mes, por el Mando Único, confirmaron que uno de los cuerpos encontrados en dos fosas clandestinas localizadas el pasado fin de semana en el municipio de Tatahuicapan; corresponden al del joven Nathanael Fernández Alcántara.
De acuerdo a datos del personal forense en Cosoleacaque, la señora Esther Alcántara, fue quien identificó a su hijo, Nathanael Fernández Alcántara, como uno de los cadáveres que se encontraban sepultados en una fosa, después de que desapareció, luego de ser detenidos en un retén entre Cosoleacaque y Minatitlán, presuntamente por policías de la SSP y elementos de la Marina Armada de México, cuando viajaban a bordo de un auto que tampoco ha sido localizado.
El joven del que se asegura, fue “levantado” por elementos del Mando Único junto con otros cuatro personas, desde el pasado 2 de septiembre, se le ve en una fotografía junto con cuatro detenidos más, esposados de las muñecas y cerca de un paredón, en una serie de gráficas entregadas a sus familiares.
En un anónimo escrito con letras recortadas de periódicos, y que fue llevado al domicilio de Nathanael , se lee textualmente que Nathanael había sido detenido junto con José Armando Jiménez de la Cruz, Eric Leobardo Solís López, Miguel Ángel Ángeles Manzano y Heber Arturo Castillo y se encontraban detenidos en las instalaciones del Mando Único.
El anónimo recibido por la señora Alcántara decía, “discúlpeme y ojalá me pueda perdonar. Yo también tengo familia y no puedo seguir con estas órdenes arbitrarias de Zurita que las ejecuta por órdenes del gobernador. Ojalá salve a su hijo y no sea demasiado tarde. Fue el único que confió en mí. Espero le sirva”.
A través de manifestaciones, los familiares de los cinco desaparecidos, estuvieron todavía protestando este domingo en Veracruz, mientras los cuerpos yacían en la morgue de Cosoleacaque, después de ser extraídos en el ejido el Pilapillo, en un predio propiedad del campesino José Lagunes López, quien dijo ignorar quien le fue a sembrar los dos cadáveres.
De concretarse también la identificación del segundo cuerpo, se estaría ante la posibilidad probada de desapariciones forzadas y ejecuciones por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.