Amanda Berry, Georgina DeJesús y Michelle Knight fueron privadas de la libertad hace aproximadamente una década y rescatadas el pasado lunes
Redacción /Fotos: Agencias
07/05/2013 20:14
CLEVELAND, 7 de mayo.- “¡Ayúdenme! Soy Amanda Berry. Fui secuestrada y he estado desaparecida durante 10 años y estoy aquí. Estoy libre ahora”, se escucha decir a Amanda Berry en la grabación de una llamada que realizó a la policía tras haber desaparecido de su propio vecindario en Cleveland hace aproximadamente una década.
Durante la llamada al 911, se puede escuchar a Berry dando al operador el nombre de Ariel Castro y pidiendo que la policía acudiese rápidamente. La mujer también indicó que sabía que su desaparición había sido muy difundida en los medios.
Valiéndose de esas palabras, la policía dio con una casa ubicada en la avenida Seymour en el número 2207, en Cleveland, donde Berry y otras dos mujeres, Georgina DeJesús y Michelle Knight, fueron halladas el lunes.
El jefe policial Michael McGrath dijo que Berry, Gina DeJesús y Michelle Knight aparentemente fueron mantenidas cautivas dentro de la casa desde que eran adolescentes o poco mayores de 20 años. Fueron encontradas a sólo unos kilómetros de donde habían desaparecido.
Las autoridades han detenido al propietario de la casa, Ariel Castro, y a sus dos hermanos en relación con el secuestro, pero no informaron detalles sobre el cautiverio de las mujeres. La policía indicó que intenta ser cuidadosa al interrogar a las mujeres, dado el trauma que soportaron.
Las tres mujeres, que parecían gozar de buena salud, fueron trasladadas a un hospital para que se les evaluara y se reunieran con sus familiares. Fueron dadas de alta del Centro Médico Metropolitano el martes por la mañana. La policía dijo que fueron trasladadas a un lugar en los suburbios cuya ubicación no fue revelada.
El escape y rescate de las mujeres comenzó con un grito desesperado para solicitar ayuda.
Un vecino, Charles Ramsey, declaró a la televisora WEWS-TV que escuchó los gritos el lunes y vio a Berry, a quien no reconoció, tras una puerta que sólo se podía abrir lo suficiente como para permitir deslizar una mano. Ella intentaba salir a toda costa y pidió ayuda para contactar a la policía.
“Escuché gritos”, agregó. “Estoy comiendo mi McDonald’s. Salgo afuera. Veo a esta chica desesperada en su intento por salir de una casa”.
La vecina Anna Tejeda estaba sentada en su terraza con amigos cuando escucharon que alguien gritaba al otro lado de la calle y pateaba una puerta. Tejeda dijo que uno de sus amigos fue allí y le dijo a Berry cómo patear la mampara que cubría la parte baja de la puerta, lo que le permitió salir arrastrándose.
Tejeda dijo que Berry, vestida en piyama y sandalias viejas, estaba nerviosa y lloraba.