Por El Bicho Politikón
Ayer hice eco del caso de nepotismo en la secretaría de salud, con 7 sobrinos y su pareja sentimental en distintos cargos de la dependencia, pero no es el único caso, más bien es sello del gobierno de Cuitláhuac.
La secretaria del Trabajo, Guadalupe Argüelles, contrató nada más ni nada menos que a su propia hija para el área jurídica de la dependencia a su cargo. Además de esos casos tenemos al jefe de la oficina del gobernador en Las Choapas, Esteban Ramírez Zepeta, apenas se sentó en su oficina y designó a su cuñado como director del Tecnológico y a su hermano en la CAEV.
En la lista también podemos contar a Juan Javier Gómez Cazarín, que es el presidente de la junta de concertación política del congreso del estado sin más mérito que ser amigo de Zenyazen, quien tiene a su esposa como jefa de la oficina de Transparencia en el mismo congreso. Juan José Pozos Castro, ese diputado local, morenista de hueso colorado que antes estuvo en el PRI y el PAN, tiene a uno de sus hijos como subsecretario de Finanzas y Planeación.
Así las cosas en el gobierno veracruzano donde tienen muy en alto ese lema de los años 90: ¡Viva la Familia!
De investigaciones o sanciones ni hablamos, estos están peor que en los peores tiempos del nepotismo presidencial del otro López… Portillo.
Mientras tanto, la terca realidad nos da muestra de que no hay 4T que valga, al parecer los delincuentes no se toman la delicadeza de leer los periódicos y les importa un comino los programas para la paz o los reforzamientos con cientos de efectivos del gobierno para llevar la seguridad ahí donde hace falta.
Y lo digo porque los homicidios, los secuestros, los cobros de piso, etc., etc., están en niveles de tragedia humanitaria… bien haría Trump en mandar ayuda humanitaria por estos rumbos, en una de esas hasta me declaro gobernador encargado para que nos hagan caso.
Pues eso.
