La acción policial berlinesa encaminada a disminuir la venta de drogas en las calles ha fracasado.
Ya casi nadie puede entrar al Görlitzer Park de la ciudad sin toparse con decenas de migrantes, la mayoría provenientes de África, que se dedican a vender desde mariguana hasta drogas duras.
“Hallo? hallo?”, es la frase con la que llaman a sus clientes en el barrio berlinés de Kreuzberg.
Por ello, una política del partido alemán Los Verdes ha decidido hacer frente al problema con una medida que supone un guiño para el tema de la legalización: abrir un “Coffee shop” en Kreuzberg.
“Uno no puede conseguir mariguana de manera tan fácil como hoy en día, yo quiero que haya una venta controlada”, explica la política Monika Herrmann, Alcaldesa de Los Verdes del barrio de Kreuzberg.
La idea de abrir una tienda para vender mariguana de manera legal, como en Holanda, responde a que ninguna otra medida ha funcionado contra la venta ilegal, según la funcionaria.
Las redadas de la Policía parecen no tener ningún efecto, al día siguiente de efectuarlas se juntan todavía más vendedores.
Para llevar a cabo este proyecto, la Alcaldesa considera indispensables algunos lineamientos.
En un inicio, deberían de contratarse empleados con educación en medicina que atendieran los locales e inclusive, de necesitarse, personal de seguridad.
“Además, como con el alcohol, debe de haber una edad mínima entre los clientes para adquirir el producto”, dice Herrmann.
Según la legislación actual, en Alemania está prohibida la venta de mariguana, aunque es posible llevar consigo cierta cantidad. La dosis varía dependiendo del estado en que uno se encuentre.
En Berlín se permite portar hasta 15 gramos de la sustancia, mientras que en Renania del Norte-Westfalia únicamente se autorizan seis.
De contar con la aprobación del Parlamento regional berlinés y del Instituto Alemán de Drogas, la medida sería pionera en legalización en todo el país.
De acuerdo con el reporte mundial sobre drogas 2013 publicado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la mariguana continúa siendo la sustancia ilegal más consumida en el mundo.
En otras partes de Europa, como España y Bélgica, también están apostando por los clubes sociales de mariguana como una forma de combatir el tráfico ilegal.
En ellos sólo se puede consumir mariguana si el cliente tiene más de 18 años, y si es aprobado por otros miembros del club.
Lo único que la Alcaldesa de este barrio berlinés no puede estimar de aprobarse su proyecto, es la reacción que tendrán las personas que actualmente ganan mucho dinero con el negocio.
“Eso es parte de este experimento”, dice.
Acoge barrio a Bohemios
El barrio berlinés de Kreuzberg cuenta a través de sus paredes uno de los episodios más emblemáticos de la historia de la ciudad.
Siguiendo la antigua numeración postal de Berlín, se pueden distinguir dos partes: SO 61, en el oeste y en la mayor parte de la ciudad, y la SO 36 en el este.
La división corresponde al final de la Segunda Guerra Mundial y a la posterior construcción del muro de Berlín.
El barrio quedó del lado Oriental del muro, cerrado en sus cuatro costados por él, con lo que la mayor parte de sus vías de comunicación quedaron cortadas.
Su aislamiento condujo a un descenso en su población y a un gran número de viviendas desocupadas, cuyos bajos precios atrajeron a tres colectivos que la marcarían: artistas bohemios, inmigrantes turcos y punks.
Los tres dotaron al barrio de un modo de vida poco convencional y antiburguesía. Tras la caída del muro, su toque vanguardista y combativo se dulcificó, y ahora es una de las principales atracciones de Berlín.