Xalapa, Ver., 03 de septiembre de 2014
Con lleno total se estrenó Gloria, tuve un sueño, puesta en escena de la compañía La Ensalada, bajo la dirección de Silvia Ouviert, en el marco del segundo Festival de Títeres Sergio Peregrina Corona, organizado por el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
En el Foro Miguel Herrera de la Casa del Lago de la Universidad Veracruzana (UV), la danza y los títeres integraron este montaje, que de manera poética escenificaron el tema social del transgénero.
A decir de una de las integrantes de la compañía, Luz Zepeda Murillo, lo que se aborda es la transformación, “pues la persona transgénero siempre sabe lo que es, siempre sabe que no está en el cuerpo que quisiera, por lo que Gloria, nuestra obra y nuestra inspiración, no es una reconciliación, sino una transformación: una realización”.
La idea original del espectáculo es de la directora Silvia Ouviert, quien también ha dirigido otras agrupaciones como Dragón Rojo, en montajes como Tribulaciones de un Gigoló. Con la misma compañía, actuó enSecuestro, bajo la dirección de Beatriz Ferrer. Así, el debut de la obra tuvo experiencia e innovación, al contar con la expresión dancística de la bailarina Luz Zepeda Murillo.
Ella es licenciada en Danza Contemporánea por la UV, tomó clases en The School for the Performing Arts y en la Escuela de Bomba (danza tradicional de Puerto Rico) de Antonio Cepeda. En esta ocasión, comentó, quiso ser un títere en el escenario, a disposición de su compañera y directora de escena.
Sucede de esta manera un hecho inusitado: uno de los títeres protagonistas es entrevistado. Pese a ser su primera vez en el mundo de los títeres y pocas incursiones teatrales, su actuación con cuadros dancísticos insertados y expresiones corporales afines es a partir de una propuesta que hizo a Silvia Ouviert: “yo quiero ser tu títere”.
Expresó que aunque “sólo hay una escena donde yo soy su títere, me gustó porque aprendí cosas nuevas, un poco de animación. Aprendí a trabajar con alguien con una experiencia completamente diferente, de visión, de formación, eso me enriquece”.
Realizada en seis bloques, los episodios de la obra son intercalados con fragmentos como No de Roomful of Teeth, Sonata para Piano No. 16 en C Mayor, de Mozart, Coros de Grillos, de Jim Wilson y un cierre que acentuó aún más el efecto de un títere yaciente acompañado de gatos con un fondo negro, Dúo de gatos, de Rossini.
Sobre este elemento visual, Zepeda Murillo dijo: “los gatos son como un refugio y aparecen como símbolo de cariño y calor a su amo, que en este caso es una persona transgénero. Gloria, quien antes no era Gloria, tiene un sueño recurrente con gatos, con los que tiene una muy buena relación: son su parte afectiva dentro de la casa”.