Elizabeth Aviña
Coatzacoalcos, Ver.
La delincuencia azota no solo a la población de Villa Allende, sino incluso a los sacerdotes que desarrollan sus actividades en el sitio.
Al respecto, el párroco de la iglesia San Isidro Labrador, Lázaro de Jesús Caraveo Carrera, abundó que se trata de delincuentes que exigen “cuotas” e incluso han dejado cartulinas con amenazas a quienes viven en la Villa.
A pesar de ello mencionó que muchas de las amenazas son “sólo telefónicas” y por ello pidió a la población cuidarse entre sí y no salir a deshoras de la noche.
“Sabemos que sólo lo hacen para amedrentar, han sido pocos casos y eso fue hace algunos años, de hecho, a mí me llamaron. Muchas personas han acudido a un servidor diciendo que les llevaron una cartulina a su casa y si no entregan el dinero van a tener consecuencias”, expresó.
Asimismo, dijo que es preocupante la ola de ejecuciones en las últimas fechas, pero pidió a los fieles no entrar en psicosis y reiteró el llamado para fomentar la paz y la tranquilidad.
Expuso que ante la situación, muchas personas siguen renuentes a denunciar por miedo y falta de confianza.
En delitos menores, recordó, también hay quienes han entrado a robar limosnas a las iglesias de la Villa e incluso han tirado excremento.
