Durante la Semana Santa, hace diez años llenaban 180 mesas con consumo mínimo, el año pasado apenas vendieron ‘una reja de refrescos’.
Agua Dulce, Ver.
Alfredo Santiago H.
En la ribera del río Tonalá al día de hoy se ubican por lo menos cinco restaurantes, hasta hace pocos años el padrón marcaba el doble, pero la inseguridad incidió en el desplome de las ventas y prácticamente ‘aniquiló’ a varios negocios que operaron en esta zona por más de treinta años.
Encargados de algunos de esto negocios, a reserva de que no se publique su nombre, explicaron que el principal problema que aqueja a la congregación es la inseguridad, ‘las carreteras no son seguras, los negocios no están seguros, la gente tiene miedo de salir a la calle, de salir a comer’, explica uno de los empleados entrevistados.
Sin confirmar o negar si estos negocios fueron o han sido víctimas de extorsiones, señalan que el problema es la falta de clientes, antes en la temporada de semana santa algunos restaurantes llenaban sin problemas 180 mesas, con consumo mínimo para los clientes.
En el 2017 algunos no pudieron si quiera vender una reja de refrescos en toda la temporada, incluso se realizaron paquetes ‘de bajo costo’ para atraer a las personas, casi a costo, pues el producto corría el riesgo de echarse a perder si no se colocaba rápidamente.
Precisamente esa será la solicitud principal al Alcalde de Agua Dulce, Sergio Guzmán Ricárdez, quien visitará esta zona restaurantera este lunes; con respecto a la infraestructura carretera hacia este punto turístico, agregaron que las administraciones anteriores prometieron la rehabilitación de la calle, pero no cumplieron.
