Una mórbida tragedia aconteció en el condado de Henrico en Virginia, Estados Unidos, cuando un empleado pretendió incinerar los restos de un hombre de 225 kilogramos.
De acuerdo con Jerry Hendrix, gerente de Servicios Crematorios de Southside, el fuego se originó al iniciar el proceso de cremación debido a la cantidad de grasa acumulada del cuerpo la cual provocó una enorme cantidad de calor y de aceite.
Hendrix señaló que con sus “muchachos” hicieron todo lo posible para evitar la tragedia, pero la grasa llegó al techo y ocasionó el fuego, tras lo cual, lo único que pudieron hacer era llamar al 911 y a los bomberos.
Afortunadamente, la brigada de bomberos arribó con rapidez y extinguió las llamas en media hora, evitando así que las 3 personas que laboraban en la planta resultaran heridas y otros tres cadáveres sufrieran daños.
“El hombre era un poco más grande de lo que habíamos cremado en el pasado”, acotó Hendrix.
El centro recibió la autorización para cremar el cadáver el miércoles de la semana pasada, sin embargo, el centro permanecerá cerrado algunos días para realizar reparaciones tras el incendio.
Un miembro de otro crematario señaló que un cuerpo de 136 kilogramos requiere de cuatro a cinco horas, sin embargo, si el peso es excesivo es necesario un calor constante sobre el cuerpo, para evitar que se caliente demasiado.
