La tragedia del caballo electrocutado

0
519

Jueves de Urbanhistorias

Por Gustavo Martínez Contreras

Era un sábado como cualquier otro, después de dar de desayunar, doña Ángela Hernández se fue a lavar la ropa…

En aquél entonces solo las instalaciones de Pemex contaban con electricidad y ese 5 de septiembre de 1959, hace precisamente 59 años, la vida para la familia Luría Hernández iba a dar un giro trágico.

Cerca de donde estaba doña Ángela lavando su ropa pasaba el tendido eléctrico, eran unos postes de fierro los que sostenían los cables de luz y justo ahí llegó el cuñado, Agustín Luría de la Rosa, a amarrar su caballo, era un animal grande y brioso. Propio del corcel, se quitaba la comezón del lomo restregándose contra el poste de luz.

Todavía los relojes no marcaban el mediodía del sábado 5 cuando el rocín cayó fulminado por una descarga eléctrica, cuando apuradamente llegó Agustín (quien vendía el Diario de Sotavento), tocar el caballo fue de fatales consecuencias, para esto, Ángela, tratando de ayudar cometió el mismo error que su cuñado con las mismas consecuencias.

Todavía una segunda señora llegó a tratar de auxiliar a Agustín y a Ángela, corriendo con mejor suerte… solo rodó loma abajo, quedando con golpes y quemaduras leves, pero viva.

La bomba de agua, lugar de los hechos, se vistió de luto… Nato perdió el mismo día y por la misma causa a su esposa y a su hermano.

Los difuntos fueron enterrados en el panteón con gran dolor por parte de sus familiares y el rocín fue llevado a La Hielera, en Cuichapa Viejo… días después el penco estaba a reventar y emanaba fétidos olores que llegaban hasta la Factoría, por lo que el jefe mandó quemar al animal y así se escribió la historia de aquél sábado 5 de septiembre de 1959 en el entonces campo Cuichapa.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here