LO QUE LOS SISMOS DESNUDARON

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Por El Bicho Politicón

Debajo de los escombros hay algo más que cuerpos por rescatar, lo que desnuda la caída de edificios es la corrupción rampante de las autoridades en colusión con las constructoras, en términos llanos se trata de una criminal asociación, de crimen organizado desde la cúpula del poder. Mucho se dijo que la ciudad de México estaba preparada para afrontar una situación semejante, la realidad nos ha dejado muchos muertos.

Pero el caso de la CDMX no es único, vemos cómo en Morelos, el DIF estatal prácticamente se está robando la ayuda para los damnificados, en Oaxaca las bodegas del PRI están repletas de despensas que no se reparten; que triste es ver que mientras la población civil se entrega en cuerpo y alma a las labores de rescate y de donación, las autoridades solo se dedican a robar, a lucrar, a hacer grilla, a montar teatros.

Lo que han desnudado los sismos es que tenemos dos México, los de primera, a los que se les abrió el internet, se les donó boletos de camión, se utilizó tecnología de punta para el rescate, los de segunda, esos donde el presidente exclamaba asombrado que eran güeros, esos donde todo el gabinete fue a tomarse la foto, esos que históricamente han sido ignorados, olvidados, esos donde los caciques locales tienen el control de la vida pública.

Lo peor que le pudo pasar a la gente del sur, no fue el sismo del 7 de septiembre que devastó la zona, fue el sismo que sacudió el centro de la República que va a desviar la atención de todo mundo hacia esa zona, dejando una vez más en el atraso a la zona sur del país, la eternamente atrasada zona sur.

Lo que desnudaron los sismos también fue que el gobierno es incapaz de ser gobierno, no cumple con sus funciones de gobierno (organizar, administrar, coordinar, etc.) sino que se dedica a la rapiña, al acopio de ayuda para su uso en campañas, para hacer lo siempre ha hecho: robar a manos llenas.

Sería deseable que toda la ayuda sea manejada de manera institucional, pero cuando las instituciones se roban la ayuda: ¡Al Diablo las Instituciones!

Sinvergüenzas.

Pues eso.

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