Marcos y las promesas incumplidas

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A 30 años de distancia

Chiapas

 El testimonio del mayor Mayito retrata las vicisitudes desu vida: desde su infancia en el corazón de la rebelión urdida en formasilenciosa durante una década en las remotas cañadas de las montañas de LosAltos del norte de Chiapas, hasta alcanzar el rango de mayor entre losinsurgentes, y finalmente convertirse en guardaespaldas y sombra del jefe de larebelión, el subcomandante Marcos.

El 1 de enero se cumplen 20 años delalzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y hantranscurrido 30 desde su fundación en noviembre de 1983. Al contrario de laimagen de un movimiento indígena en defensa de los derechos de los pueblosoriginarios de México registrado en la memoria colectiva, comandado por unbarbado mestizo encapuchado, la historia de Mayito revela la génesisclandestina de una tardía guerrilla marxista. Dos décadas más tarde, el rostrobélico de la rebelión se ha esfumado. Ahora, bajo una palapa en las afueras deOcosingo, este hombre de origen tzeltal, curtido a sus 43 años, acepta tomaruna cerveza, una nada más, y ofrece a Dominical MILENIO el relato de su décadade vida clandestina. No quiere fotos, apenas una grabadora de celular.

¿Cómo se contactó con el zapatismo por primera vez?

Tuve contacto desde1983, simplemente porque yo quise estudiar. Me contactó en Ocosingo el finadoLázaro Hernández Vázquez, compadre de mi papá. “Mejor vete a México, allá vas apoder estudiar, vas a estar con los compas”,me dijo. Era un chamaco de 14 años y quería salir corriendo de la casa porquemi papá tomaba mucho. No me compraba ni zapatos ni pantalón, estaba bien jodidoy con esa vida no quería estar. Mi papá como ejidatario tiene unas 20 hectáreas y losocho hermanos también somos ejidatarios en el ejido Las Tasitas, cerca de LaGarrucha. Sembraba café, cuidaba el potrero, cultivaba maíz. En julio de 1985me llevaron en camión a la Ciudad de México. Según yo iba a estudiar, perollegando allá fue pura política. Nos pusieron a aprender defensa personal,combate cuerpo a cuerpo, algunas teorías militares, a fabricar mochilas yzapatos guerrilleros, con tacones de llantas, uniformes, hasta estas gorras.

El 1 de enero se cumplen 20 años del alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

¿Y políticamente qué les enseñaron?

Mucho. Nosmostraban cómo era la pobreza y por qué hay pobreza en las comunidades. Laexplicación era que al gobierno no le interesa apoyar a la gente pobre. No leinteresa hacer carreteras para las comunidades. Y era cierto, en ese entoncesera pura brecha por donde caminábamos. Había que conocer por qué la gente estájodida: el precio del ganado y del café no lo ponen los campesinos sino loscoyotes; la tierra no la tienen los campesinos sino los terratenientes. Lascomunidades vivían en la sierra y allí había motivos para que se levantaran apelear. Tardamos casi un año en el entrenamiento.

¿Quiénes eran los instructores?

Los maestros en eseentonces eran los comandantes Germány Rodrigo, el subcomandante Daniel yla capitana Cecilia que estaba en lamontaña y la mandaron a la ciudad a enseñar a los nuevos. Ella fue la jefa. Erapura gente indígena. Los blancos fueron poquitos. Entre 20 gentes, teencontrabas dos o tres de la Ciudad de México, la mayoría era gente de la selvade Chiapas.

¿Qué hizo cuando regresó a la selva?

Llegué comosubteniente y empecé a entrenar tropa. Tuve el mando de una sección que éramoscuatro. Es la unidad ideal para moverse porque en la guerrilla la sección debeser de pocos. Les daba teoría militar, cómo hacer una emboscada… Tenía comoarma una Mini 14 desde que vine de la Ciudad de México. Los otros cuatro sefueron armando poco a poco. Los insurgentes que se entrenaban allá en lamontaña sí tenían armas todos. La gente de las comunidades no.

¿Y cómo llegaban las armas a la selva?

Había una comisiónencargada de llevarlas a una comunidad segura y las cargaban hasta elcampamento. En la carretera nos movíamos con armas y no pasaba nada. No habíaen ese entonces Ejército.

Usted fue guardaespaldas del subcomandante Marcos. ¿Cuánta gente lo protegía?

Siempre fuimoscuatro nada más.

¿Cómo se lo presentaron?

Vine de la Ciudad de México y me mandaron a un campamento donde llegó Marcos con mucha barba. Nos pasó a saludar y se presentó. Desde esemomento fue mi jefe. Prácticamente le había copiado al Che Guevara. La ropa muysucia, le gusta así.

¿Como persona, qué recuerdo guarda de él?

Es buena gente.Aprendí mucho de él, algunas mañas (risas). Nos enseñaba sobre todo a cuidarlos recursos a saber racionar lo poco que cooperaban las comunidades. Lo quehabía de comer eran frijoles y arroz todos los días, tortillas tostadas ototopos. Carne una vez al mes. Nos enseñó mucha defensa personal, a serdesconfiados. Cuando había que dormir siempre buscaba que su gente se quedaraincómoda, porque decía que cuando se duerme incómodo uno siempre estápendiente. Nosotros dormíamos en madera o en hamaca.

¿Y a usted le gustaba esa vida de armas?

Pues sí porque noaprendí otra cosa. Tardé allí nueve años, tardé en reaccionar que no era elcamino.

¿Cómo vivió el año 94?

En 94 yo ya noestaba. Me salí el 20 de febrero de 1993, meses antes del levantamiento porquemi papá era base de apoyo y tomaba mucho. Lo empezaron a dejar afuera de laorganización y ya no le pasaban información. En una ocasión fui a ver a mifamilia y alguien le dijo aMarcosque fui a una reunión a avisar que ya no iba a estar en la organización. Mebuscaron un chisme y por ese chisme Marcosme empezó a dejar sin información. Entonces mejor tuve que buscar por otrolado.

¿Cómo fue ese proceso de salirse del zapatismo?

Pues fue duro paramí. Estando en la guerrilla te entregas al ciento por ciento. No trabajas contu familia, te independizas y te vas con la organización. No tienes nada en lacomunidad. No tienes casa, ni cafetal, ni para la comida. ¿De dónde va a salirla pavita? Entonces me decidí a salir y tuve que conseguir trabajo. En Cancúnfui a cuidar un hotel. En Mérida limpié potreros con machete. En Tabasco fui acuidar y ordeñar vacas en un rancho. Regresé cuando empezó el levantamiento.Andaba trabajando de maestro comunitario, porque mi papá era líder de unaorganización y me dieron chance.

¿Lo tomó de sorpresa el levantamiento?

No, ya lo sabíamos,porque se hizo una reunión el 23 de enero de 1993 en una comunidad que se llamaejido El Prado. Allí sacaron el acuerdo de empezar las hostilidades. Con ellevantamiento, la comunidad se dividió. Un grupo se fue con el EjércitoZapatista y otro con la ARIC “Unión de Uniones” (Asociación Rural de InterésColectivo), que venía de 1988, de la que mi papá era líder. Mi familia se fuecon él y negociaron con el gobierno para que no entrara en las comunidades.

¿Tuvo consecuencias para usted y su familia dejar alzapatismo?

Sí porque loszapatistas no estaban de acuerdo. Yo trabajaba como maestro y nos cerraron lasescuelas. Si teníamos hortalizas las cortaban en pedazos. Hubo mucho conflictoy por eso nos decidimos a salir; en 1994 dejamos las tierras. Eso me dio muchocoraje. Había perdido tanto tiempo con ellos y nos terminaron corriendo a todala comunidad.

¿Los zapatistas tomaron sus tierras?

Sí, pero poco apoco las fueron abandonando. A lo mejor en un principio un 90 por ciento de lacomunidad era zapatista. Pero ahorita un 10 o un 5 por ciento son zapatistas.Como zapatistas los obligan a no recibir ningún apoyo del gobierno. ¿Y entoncesla gente qué va a hacer? Si ahora ya no hay finqueros allá, no hay ganaderosque den trabajo a esa gente que quiere comer. Mucha gente decide salir y se vaa alguna organización diferente a gestionar proyectitos para subsistir. Loszapatistas les han prometido algo que nunca van a ver.

¿Por qué no han podido cumplir los zapatistas?

El EZLN no tiene dinero suficiente para meter tractores en las comunidades, para poner atrabajar a esa gente. Ahora hay poca gente en lo que ellos llaman su“resistencia”. Por aquí pasa el cable de luz y ellos están en la oscuridad. Laescuela y el campo deportivo tienen luz. Son más los que quieren vivir bien yver la luz.

¿Y ahora qué piensa de todo lo que le enseñaron loszapatistas?

Está bien bonito,como lo decía Marx, que no debe haber pobres. Pero en un sistema socialista elcabrón que no trabaja también va a ganar y comer como yo que trabajo mucho.Entonces mejor no voy a trabajar. Por lo tanto es mejor el capitalismo, porquenadie me va a quitar lo de mi trabajo.

¿Qué fue lo positivo del zapatismo en 20 años?

Le abrieron losojos al gobierno. Hace mucho no podíamos establecer un negocio como el quetenemos ahorita, porque a la gente indígena no nos tomaban en cuenta. Ahora sí,donde quiera están abiertas las oficinas y nos tratan parejo. El que quieraponer un negocio que lo ponga, solo tiene que pagar impuestos. Ha sido un grancambio.

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