Nohemi llegó inesperadamente a la vida de Verónica Tello y su esposo, luego de 14 años de tratamientos e intentos fallidos para tener hijo y aunque los diagnósticos de los especialistas no auguraban más de un año de vida, la pequeña de hoy ocho años, ha superado las expectativas gracias al amor, cuidado y dedicación de su madre.

“Yo amé a mi hija desde el primer momento que supe que estaba embarazada, no me importaba su condición, es una niña muy esperada y ya que Dios me la envió no iba a rechazarla, para mi sus gestos, sus movimientos son una hazaña que merece celebración, siempre la he tratado como una niña normal, platico con ella, bailamos, hacemos todo juntas”, dice Verónica Tello.

Antes de saber que Nohemi Anelisse padece holoprosencefalia lobar, recibió dos diagnósticos más uno decía que era microcefaleas y otro craneosinostosis, todos desalentadores para una persona común, pero no para Verónica Tello, “mi niña ha sido la experiencia maravillosa que me gustaría repetir toda la vida, siempre he pensado positivo, en luchar, en vencer los malos pronósticos y aquí estamos peleando”, dice la orgullosa madre.

Es su adoración

Sin embargo, la holoprosencefalia lobar y la luxación de caderas de Nohemi no son los únicos obstáculos a los que se han tenido que enfrentar, sino también a la diabetes, la hipertensión, tiroides y ahora el recién diagnosticado cáncer de piel que padece Verónica.

“Soy una mamá especial por qué fui bendecida por un ángel, es mi adoración, Nohemi es el motor que nos impulsa a continuar, es mi ejemplo viviente de lucha y superación, en los momentos en los que siento que no puedo, ella tiene un gesto para mí y hace que me levantarme…yo digo a esas madres que como yo han sido privilegiados que no renieguen de sus hijos, que los amen, que los disfruten cada instante”.

Verónica Tello Morales

42 años de edad

Nohemi Anelisse Valenzuela Tello

08 años de edad

holoprosencefalia lobar