Un niño de dos años de edad, identificado como Líam Caleb Hernández, murió ahogado en un arroyo cercano a su casa, informó la Fiscalía General de Puebla, y desmintió que fuera secuestrado y asesinado.
Dio a conocer que todo indica que el niño se salió solo de su casa, en un momento en que su abuela fue a comprar a una tienda, y no que lo habían raptado como denunciaron en un principio.
Asimismo desmintió la versión de que sujetos habían raptado al menor y huido en una cuatrimoto, al aclarar que el niño fue encontrado en un arroyo cercano a la casa de su abuela y la necropsia que se le practicó determinó que murió ahogado al caer accidentalmente al agua.