Por El Bicho Politicón
La remoción de Santiago Nieto de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales fue ordenada directamente por el otro Nieto, Enrique Peña corrió al fiscal electoral luego que el exprocurador general de la República, Raúl Cervantes, informara en su renuncia que el caso Odebrecht ya estaba concluido, caso en el que está involucrado el exdirector de Pemex Emilio Lozoya y que, presumiblemente tiene mucha cola que le pisen al mismo Peña Nieto.
Y es que parte los sobornos de la empresa brasileña se dieron durante la campaña de Peña, de esos dineros dice Lozoya que no tocó ni un centavo, entonces la duda es sí Nieto (el exfiscal) encontró que esos recursos fueron a parar a la campaña del otro Nieto (el presidente) por lo que con su despido frenarían la acción legal, más no las críticas y posterior cobro de factura en las urnas.
¿Qué esconden estos corruptos? ¿Por qué el cese fulminante ante una práctica común de la procuraduría? ¿Cuántos funcionarios con culpables del mismo pecado y están muy tranquilos en sus oficinas?
Esto es, oiga usted, a todas luces un linchamiento desde la presidencia de la República para evitar lo que ya no es posible, el derrumbe del priismo gracias a sus corruptelas es de todos conocido, esto solo abona un poco más el frondoso árbol de corrupción que existe en la sede nacional del PRI.
Quieren tapar el sol con un dedo, bien es cierto que el control de daños lo hacen desde las oficinas de prensa de sus aliados en Televisa, TV Azteca y reporteros afines, el mundo de las redes sociales es un vasto territorio donde se mueve la verdad más rápidamente que sus “foristas” defensores, en esta historia aún hay mucha tela de donde cortar.
Pues eso.
