En China un niño de 11 años He Zili pasa sus días encadenado como si fuera un perro en la provincia de Zhejiang.
Lejos a lo que todos creemos sobre el país próximo en ser la potencia mundial, China, hay provincias que aún lidian con problemas terribles como la pobreza extrema, pero aún peor, es ahí donde la sobrepoblación cobra víctimas como Zili, quien debido a problemas mentales se ve forzado a vivir encadenado como un animal.
Cuando Zili tenía un año de edad, sufrió un accidente en el cual se golpeó la cabeza tan fuerte que derivaron el problemas mentales.
Este trastorno mental es en parte a la herencia de su padre y su abuelo ya que ellos sufren discapacidad intelectual, pero lo que es aún más apabullante es que en la China rural esto es muy común. Esto deja sin oportunidad de desarrollarse a pequeños como Zili, ya que sólo existen 1.5 psiquiatras por cada 100 000 habitantes en China, y por supuesto que la gente marginada es la más afectada ya que se ven obligados a vivir en estas condiciones paupérrimas.
Cómo Zili era demasiado agresivo con la gente que se le acercaba, tuvieron que encadenarlo. Su abuelo lucha con él diariamente ya que es incapaz de brindarle una ayuda verdadera. Es bien sabido que este método sólo denota esclavitud pero ¿de qué otra manera él podría hacerlo?
Incluso duerme con la cadena alrededor de su pierna, porque su abuelo y su padre tienen miedo que pueda escapar de noche y perderse.
Es cruel pero real, y lo que es peor, no sólo es China, es África, es Medio Oriente, son nuestros propios países latinos, somos todos.
