Por Gustavo Martínez Contreras
La mítica epopeya de Moisés de llevar al pueblo judío de Egipto a tierra santa para escapar del esclavismo del faraón llamada éxodo es aplicable a los habitantes de Moloacán, no hay reunión en la que no salga a la luz personas que quieren abandonar el municipio, ya sea para irse a Monterrey o para fugarse a Canadá (las nuevas tierras prometidas) y es que no es para menos, en estos lares no hay para donde hacerse, las “oportunidades” son escasas y muy mal pagadas.
Y es que hay que buscar la chuleta (así me dijo un amigo) donde sea que se encuentre y qué mejor en lugares en que vas a ganar dos o tres veces más que aquí (Monterrey) o unas diez veces mejor (Canadá) para acceder a una vida digna aunque esto implique estar lejos de tus seres queridos.
Claro que ésta situación no es exclusiva de Moloacán sino de todo el sur del país, el rezago ancestral no debe se excusa para que los nuevos gobernantes no actúen en consecuencia y busquen los medios necesarios para atraer inversiones y crear fuentes de trabajo bien remuneradas.
Si no se invierte en tener infraestructura decente, es muy complicado que vengan capitales a invertir, es deber de las autoridades construir carreteras, calles bien iluminadas, tener en buen estado el alcantarillado y dotar de agua potable a la población, además de brindar seguridad a los habitantes.
Oiga usted, ¿qué vamos a hacer para buscar la chuleta? Nos vemos en la próxima entrega.
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