Por El Bicho Politicón
Oiga usted, pues como no tenía nada que hacer me puse a revisar el proceso de extradición de Javidu y puedo adivinar el porqué de su sonrisa, resulta que entre los delitos por los que México solicita la extradición no se encuentran los desvíos de miles de millones de pesos denunciados por la Auditoría Superior de la Federación. Ni una de las 53 averiguaciones previas iniciadas por esas presuntas irregularidades ha sido consignada por la PGR.
Una de las órdenes de aprehensión en contra del exmandatario es por usar un helicóptero del estado de Veracruz para escapar y sin ser gobernador, mientras que la segunda es por el presunto desvió de 220 millones de pesos de la Comisión del Agua de Veracruz, como verán, nada grave.
Con razón se le ve muy alebrestado y muy contento aceptando la extradición, cualquier abogado, titulado por correspondencia, puede hacer que no pise la cárcel sin ningún problema.
Los ocho delitos que le imputan a Javier Duarte son: Delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal, peculado, tráfico de influencias, coalición y obstaculizar funciones electorales.
El más grave y único que amerita cárcel es el de delincuencia organizada, los otros pueden ser conmutables por multas, por lo que es más que justificada la risa del ratero más grande en la historia de Veracruz.
Mucho me temo que en este estado y en este país es más grave robarse unos “gansitos y frutsis” que miles de millones de pesos, así que sí va a robar, tírele a lo grande, no se conforme con migajas, cree su empresa fantasma y desaparezca los miles de millones del erario al fin que no pasa nada… el colmo del cinismo. ¡Ya me enojé!
En Veracruz hay un clamor muy grande: “que regrese Duarte… pero los miles de millones de pesos que se robó”.
Pues eso.
