¿Harakiri o empleado del bloque Chino – Ruso?
El mayor antisistémico del mundo pone a temblar, no sólo a los mexicanos, sino al mundo entero. El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, primero amenazó a México con el tema del TLCAN y ahora a las principales potencias de Asia con el tema del TPP y las repercusiones que ello traerá al resto del mundo.
El tema va mucho más allá del TLCAN, incluso del TTP o de la OMC. La agenda que propone Trump va precisamente contra el orden internacional. Contra cualquier tipo de acuerdo bilateral o multinacional y no solo en aspectos de intercambio comercial como lo estamos viendo actualmente, sino en temas de predominio bélico, de un nuevo orden geopolítico. Sólo hay que poner atención en la nueva integración de la comisión de seguridad de la ONU. Trump se suma a Putin, de Rusia; Xi Jinping de China; Theresa May, de Inglaterra y posiblemente con Marie Le Pen de Francia.
Es evidente que México tiene que tomar el toro por los cuernos y fijar de una vez su propia agenda en este nuevo orden mundial. Qué nos conviene, qué requerimos conforme nuestra estructura económica y nuestra posición geográfica. Lo que no podemos es seguir dependiendo de un solo socio comercial, que además nos da la espalda.
El TLCAN es una carta ante el nuevo orden
México hoy tiene en el TLCAN el instrumento de negociación más importante frente a Estados Unidos. Tomar la iniciativa para cancelarlo de nuestra parte nos pondrá en una posición de mayor fuerza frente a Trump y sus locuras, pero también frente a un nuevo orden comercial y frente a otras potencias.
Desde luego, como primer punto se debe entender que el TLCAN ha sido un importante instrumento que permitió a México crecer y entrar con mayor fuerza al comercio internacional. Sin embargo, también hay que entender que este acuerdo ya está agotado en sus términos para los que se diseñó. Incluso se puede convertir en una camisa de fuerza si consideramos que somos parte del TPP, que estamos en la Organización Mundial del Comercio que tiene reglas y acuerdos que impactan a las más de 70 naciones y que México tiene más de 40 acuerdos comerciales firmados.
El TPP era el muro de Obama
El TPP fue pensado para detener la penetración comercial de los chinos y rusos en América Latina, Europa y Asia.
Para el aún Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el TPP fue diseñado con la intención impulsar la influencia de su país en Asia y asegurar que el nuevo miembro de la OMC, China, no pusiera sus reglas al comercio exterior, sobre todo cuando Estados Unidos, desde la segunda Guerra Mundial ha promovido la liberación del comercio internacional. Esto le ha permitido convertirse en el país más poderoso del mundo. Más aún, fue el factor que le permitió el predominio y ganar la Guerra Fría a Rusia.
¿Trump está ciego o trabaja para China y Rusia?
Para Trump el TPP es un “desastre creado y promovido por los intereses especiales que quieren violar a nuestro país”.
Lo que no ve Trump y que la administración Obama advierte en voz de su representante comercial, Michael Froman, es que Estados Unidos se está alejando del libre comercio y está creando un vacío que China trata de llenar.
Esto lo dijo Froman en Lima, Perú, en la pasada cumbre de la APEC después de las declaraciones del presidente de China, Xi Jinping, quien dio la respuesta más clara a la posición de Trump al decir que China no cerrará sus puertas: “Habrá mayor acceso a la inversión extranjera, zonas piloto de libre comercio y mejores estándares. Tendremos el campo parejo para empresas nacionales y extranjeras”.
Lo que tampoco parece ver Trump es que apenas el pasado martes 22 de noviembre se reunió la comisión intergubernamental ruso-china sobre la cooperación técnica y militar. Este encuentro, según el titular de Defensa ruso, Serguéi Shoigú permitirá continuar fomentando la colaboración estratégica entre los dos países. ¿Qué parte no está entendiendo el presidente electo? Las declaraciones del presidente chino y la reunión aludida confirman la alianza entre estas dos potencias que se unen y reivindican los organismos internacionales para llenar el vacío que Estados Unidos está dejando por las políticas “trompianas”.
Shoigú comentó que “la actuación de Moscú y Pekín representan un ejemplo de un enfoque responsable y equilibrado ante los problemas internacionales de la actualidad; colaboramos eficazmente en diversos formatos multilaterales, sobre todo la ONU, el grupo BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái”.
Parece que las dos grandes potencias enemigas del libre comercio como China y Rusia se unen contra el país hegemónico y lo combaten con sus propias armas, el libre comercio, lo que implica un reacomodo del mundo que hay que considerar.
El rol de la secretaría de Economía
Por ello, ante todo esto México no puede quedar abstraído y anclado solamente en Trump y su política proteccionista, tiene que velar por sus propios intereses y fijar una posición que le permita tener fuerza frente al nuevo gobierno gringo y evitar que se genere una catástrofe regional.
El gobierno mexicano parece estar consciente de este grave problema y del dilema que representa en un momento determinado, salir del TLCAN, e ir con el TPP sin Estados Unidos.
Pero ¿quién debe hacerlo? ¿El siempre indispensable ex secretario de Hacienda que no termina de irse ni se sabe si de verdad regresa? ¿La secretaria de relaciones exteriores que ha dejado en ridículo el papel internacional de México y de su presidente? Quien tiene que liderar este proceso es, sin duda, la secretaría de Economía.
El Secretario de Economía no está tan confundido. Ildefonso Guajardo aseguró recientemente que el TPP permitirá generar cadenas de valor en Norteamérica para enviar productos a Asia, pero advierte que México tiene que definir qué quiere hacer hacia adelante: “continuar sin Estados Unidos en ese acuerdo único o profundizar los bilaterales”.
Ahora bien, la Secretaría de Economía debe enfocarse en preparar los acuerdos bilaterales, imponer agenda y apoyar la interlocución de quien negocie con el equipo de transición de Trump, especialmente ahora que han dejado de perder el tiempo en negociaciones innecesarias como los acuerdos con Brasil, Turquía y Jordania que sólo cuestan tiempo y dinero.
La visión de Mancera
Otros personajes parecen favorecer racionalmente lo planteado por el Secretario de Economía, como el Jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Mancera, quien instruyó a su secretario de Desarrollo Económico, Salomón Chertorivsky para que fortaleciera lazos comerciales con China.
Esto no es un asunto menor. Los lazos comerciales con China han estado acotados por el sometimiento a la relación con Estados Unidos.
Si bien son momentos de incertidumbre y de pasiones encontradas, también deberán ser momentos de reflexión y de que el gobierno mexicano logre una posición clara y contundente frente al dilema que le impone Trump. El efecto regional, tanto comercial como militar hay que cuidarlo y si Estados Unidos decide darnos la espalda, México tiene y debe ver por su propio interés.
Es momento de cerrar filas y actuar en consecuencia.
