Les afectó las inundaciones y el frío que mató el pasto.
Jairo Torres Luria
60minutos.digital
La temporada invernal pasada, dejó severos daños al hato ganadero; cientos de hectáreas se vieron inundadas por las fuertes lluvias, mientras que las bajas temperaturas se encargaron de secar el pasto, ocasionando la muerte de cientos de reses, que no soportaron no contar con alimento.
Esta situación mantiene en desesperación a los ganaderos, quienes están buscando la forma de alimentar sus semovientes, los cuales incluso por la falta de alimento no se pueden parar por si solas al no tener fuerzas, por lo cual son ellos mismos quienes con técnicas los ayudan a levantarse.
Se han visto a varios ganaderos cortando monte en los márgenes del arroyo Nexmegata, manifestando que no hay pasto en sus parcelas y las toneladas de alimento que llegan a las ganaderas no es suficiente para todos los socios.
Por esta razón recurren a todos los lugares que son propiedad del gobierno para cortar todo lo posible y poder alimentar a sus animales y evitar que esta mueran, hay que decir que con esta acción se beneficia a la población de esta villa, ya que dicho lugar ya requiere de limpieza.
Explicando que tras el inicio de la temporada de sequía la situación se complicará aún más trayendo como consecuencia la muerte de más semovientes; en los últimos cientos de estos han muerto y pese a que los afectados están buscando el apoyo de las dependencia de gobierno, todo esto requiere de un proceso lo cual les resta tiempo y les generará más pérdidas.