Aunque no pierden la esperanza que la Virgen de Guadalupe los cuide.
Elizabeth Aviña
Coatzacoalcos, Ver.
Peregrinos del sureste mexicano informaron que los estados de Veracruz y Puebla son los más peligrosos en el camino que recorren hacía la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
Los antorchistas, en su mayoría provenientes del estado de Quintana Roo, aseguran que en su lugar de origen no hay tanta violencia como en esta zona.
Explicaron que en las noticias ven siempre que en Veracruz se habla de “narcos” y “narcomantas”, por lo que con temor cruzan esta entidad, aunque no pierden la esperanza que la Virgen de Guadalupe los cuide.
Rodolfo Cocon Zapata, oriundo de Akumal, Quintana Roo; narró que él salió de su lugar de origen el pasado 16 de noviembre y tras haber llegado a la Basílica de Guadalupe, ahora va de regreso a su casa.
Sin embargo, este martes por la noche estuvo a punto de ser asaltado a 15 kilómetros de la caseta de peaje de Acayucan y fue gracias a un trailero que “la libró”.
“Anoche a 15 kilómetros de la caseta de Acayucan nos iban a asaltar unos chavos en moto, un trailero aventó la luz y se fueron, en años anteriores en Puebla, debajo de los puentes pasaba lo mismo, por eso a los antorchistas de esos rumbos les piden que no se queden ahí porque está el riesgo que los asalten. Puebla y Veracruz son lugares alejados, no son mi zona, es diferente, por lo que se ve en las noticias de los narcos, las narcomantas dan temor, pero espero que la virgen me cuide y no deje que me pase nada malo a mí y a los demás antorchistas que vienen en el camino”, afirmó.
Recordó que él sale cada año desde hace 11 a visitar a la virgen y estando allá compró una imagen que pesa 20 kilos y ahora lleva a su casa.
“Es una promesa que se hace año con año, llevo 11 años haciéndolo, siempre he decidido ir a la Ciudad de México porque es el hogar de la morenita, este año me tocó solo, otras veces he ido en grupo. Llevo mil 500 kilómetros recorridos, recorro 100 kilómetros diarios, cuando hay cerros cuesta arriba camino y es más tardado”, informó.
El joven creyente explicó que además de la imagen de 20 kilos, trae consigo pequeñas estatuillas que regala a las familias que les brindan hospedaje en diferentes lugares como forma de agradecimiento, pues expuso que hay muchos que les dan comida y dónde dormir a cambio de nada.
