Xalapa, Ver.-
El director general del diario El Buen Tono, de Orizaba, Luis Emanuel Domínguez Rangel, afirmó que los reporteros que trabajan para este medio no eran blanco de la balacera perpetrada por un grupo de cinco personas, que fuertemente armadas ingresaron esta madrugada al bar La Taberna, de esa ciudad, y en la que perdieran la vida el corresponsal de Televisa, Juan Heriberto Santos Cabrera, y otras cinco personas.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, comentó que fue claro que los homicidas fueron directamente sobre los ocupantes de la mesa donde se encontraba el exreportero de la empresa televisiva, descargando contra ellos su arma; “finalmente, si los hubieran querido matar —a los reporteros del Buen Tono—, pues ahí estuvieran ¿no?”.
El directivo narró lo que, a su vez, los reporteros de este medio le refirieron, que después de cubrir su guardia se dirigieron a este céntrico bar, donde encontraron a Santos Cabrera acompañado por otros dos hombres, de los cuales desconocen la identidad, y fueron invitados a compartir la mesa; momentos después “mientras están en plática con él entran cinco personas fuertemente armadas, se dirigen directamente a la mesa y, sin más, se van primero sobre el reportero de Televisa y emiten una ráfaga de balas; las otras dos personas se levantan de la mesa y también son rafagueados”.
A continuación, “los delincuentes patean en la cabeza al corresponsal de Telever, que yace en el suelo, y salen del local sin molestar hasta el momento a los reporteros de El Buen Tono. Sin embargo, momentos después regresan, toman una botella y los agreden logrando herir levemente a uno; pero los hechos no pasaron de ahí”.
Al salir del bar, se encuentran con más personas abatidas por los maleantes, alcanzando ya el número de seis los asesinados, y corren a esconderse en las instalaciones del Teleférico que se encuentran muy próximas al lugar donde se dieron los hechos; ahí son identificados por elementos de la Policía Municipal de Orizaba, y puestos bajo resguardo en sus instalaciones; “resguardo que afortunadamente yo agradezco que la Policía Municipal hace para los reporteros del medio que dirijo”.
Domínguez Rangel precisó que aproximadamente faltando un cuarto para la una de la madrugada, “recibimos la llamada de uno de estos compañeros nuestros que cubren la fuente policiaca; nos comunican que están en la inspección de Policía, resguardados por los elementos, y que acudiéramos por ellos para sacarlos de Orizaba, pues temen por sus vidas por ser testigos de estos actos”.
Agregó que de inmediato se puso en contacto con la Comisión Estatal de Atención Protección a Periodistas (CEAPP), así como con la empresa editorial, para recibir más apoyo, e insistió que sus dos compañeros no eran el blanco de aquella artera agresión en contra del corresponsal de Televisa.
