A lo largo del próximo año 2013 la economía mexicana, tal como sucederá con casi todas aquellas emergentes, experimentará un crecimiento considerable.
Sin embargo, en el caso de México, su crecimiento probablemente será menor del esperado, y la cifra se quedarás algunos puntos por debajo de la riqueza generada durante este pasado 2012.
La recuperación económica del país que, aunque no debería de resultar demasiado complicada, sufrirá a lo largo de los próximos doce meses algún que otro revés que podría frenar las expectativas de su población.
Y es que la debilidad que las instituciones financieras presentan desde hace meses a causa de la actual crisis económica mundial creará desconfianza entre los inversores e inseguridad a la banca.
Lo que peor marchará durante el próximo año con respecto a las políticas económicas del país, será lo referente a políticas fiscales, y es que los recortes llevadas a cabo en este campo resultarán mayores de lo previsto en un principio y casi con total seguridad afectarán al ritmo de producción de la economía de México sobre todo a partir de mediados de años y lograrán frenar de forma considerable el crecimiento de su PIB.
Esta caída será una de las causas del aumento del descontento por parte de la
población como respuestas hacia las medidas tomadas a cabo por el gobierno. Las
protestas provocarán que este busque sanar la economía nacional explotando otros
recursos como serán los avances en el terreno energético. La nueva reforma
puesta en marcha permitiría la inversión privada en los petróleos de este país
exportados la mayoría de Estados Unidos (un 75%).
Los sindicatos de trabajadores alcanzarán un gran poder durante este 2013 debido, en parte, al gran revuelo social. Así que, ejercerán bastante presión sobre el actual gobierno que comenzará durante el último trimestre de año con una reforma económica que promete brillantes y enriquecedores resultados a lo largo del próximo 2014.
Tampoco debemos de olvidar que la principal fuente de ingreso de divisas de la economía de México es el mercado
exterior principalmente. Por ello, el país no podrás dejar de verse afectado por
la crisis que están sufriendo la mayoría de los países europeos. La indecisión
de la Unión Europea y la toma de medidas drásticas tampoco beneficiarán a los
mexicanos.
En cuanto a la banca, la situación se mantendrá estable. Habrá
inversores aunque sus inversiones en cuanto a capital no serán demasiado
elevadas debido al temor a un descenso de la bolsa, la cual permanecerá
inestable a lo largo de casi todo el año.
En conclusión podemos decir que
durante el próximo año 2013, México permanecerá expectante a las decisiones
económicas que tomen el resto de los países, ya que estas, afectarán de manera
importante a su comercio y por tanto, a su economía.
