Prevén ‘rebote’ de 7.6% en el PIB para el tercer trimestre

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La economía mexicana inició su recuperación en el tercer trimestre y los analistas esperan que presente un ‘rebote’, ante el desplome histórico del trimestre previo, la reapertura gradual de las actividades productivas y por el impulso de la economía estadounidense.

El consenso de analistas consultados por el Banco de México estima que el Producto Interno Bruto (PIB) registrará un crecimiento trimestral de 7.6 por ciento entre julio y septiembre, más que el 5.5 por ciento previsto en la encuesta previa.

Este sería su primer desempeño positivo desde inicios de 2019, y el más elevado a partir de que hay cifras disponibles, luego de la caída histórica de 17.3 por ciento en el segundo trimestre. Sin embargo, se prevé que la recuperación se moderará a 3.5 por ciento para el cuarto trimestre, y a 1.6 para el primer cuarto de 2021.

Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, indicó que la economía mexicana muestra un crecimiento desde junio, por lo que en la tasa trimestral es normal ver un aumento respecto a la caída tan profunda del segundo cuarto.

“Ya desde junio hay una tasa positiva; abril cayó 17.3 por ciento respecto a marzo, mientras que en mayo cayó 2.62 por ciento mensual, nuestra estimación en el IGAE mensual de junio es de un alza de 6.2 por ciento, entonces sí puedes esperar que en el tercer trimestre haya un incremento de 7 a 8 por ciento a tasa trimestral”, indicó.

El directivo expuso que la variación positiva se ha dado debido a la reapertura gradual de la economía, la cual dio inicio a partir de la segunda mitad del presente año.

Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve Por Más, coincidió en que, después de la significativa caída en la actividad económica, las cifras correspondientes al tercer trimestre mostrarían el inicio de una lenta recuperación.

“Desde junio, la actividad económica comenzó a tener cierto repunte respecto a abril y mayo, reflejando la reactivación de la manufactura de equipo de transporte, la construcción y la minería no petrolera, pues desde ese mes se consideraron esenciales. La producción también fue favorecida por la reactivación de la economía estadounidense y de otras regiones”, aseveró.

Añadió que la elevada incertidumbre económica y los bajos niveles de confianza tendrán implicaciones negativas sobre la inversión y el consumo.