Por El Bicho Politicón
Fuenteovejuna es un clásico de la literatura española, donde el Comendador, Fernán Gómez de Guzmán comete toda clase de crueldades contra sus vasallos. Soberbio y lujurioso, humilla a los hombres y fuerza a las mujeres…
El sistema político mexicano se parece mucho al Comendador, el cúmulo de atrocidades es enorme, desde las desapariciones forzadas hasta los feminicidios, desde la corrupción rampante hasta la impunidad más deleznable…
Fuenteovejuna ha resistido todas las servidumbres, ha respetado y obedecido a su señor, pero Fernán Gómez se envalentona cada vez más y aumenta sus infamias. Los villanos conocen al fin que hay fronteras que no pueden cruzarse sin caer en la perdición y que están condenados a muerte si no reaccionan. La rebelión estalla con enorme violencia y las mujeres recogen el cadáver del tirano con picas y espadas para exhibirlo despedazado a la vergüenza y a la venganza. Su criado Flores, cómplice de sus crímenes, consigue escapar y pedir auxilio a los Reyes Católicos, que ordenan la investigación de los sucesos. A los pesquisidores, a sus torturas (mecanismo judicial legal en la época) y presiones, todo el pueblo responde con una voz: «¿Quién mató al Comendador? Fuenteovejuna, señor». Y los reyes no tienen más remedio que dar por bueno lo sucedido, y pasar a Fuenteovejuna bajo la jurisdicción real.
Démosle muerte al Comendador-sistema, voto masivo para ya sabes quién, no vaya a ser que el tigre se suelte y todos seamos Fuenteovejuna…
Pues eso
