Por: Artemio Hurtado Ruiz
Nanchital, Ver.
En algunas partes del terreno del panteón Santa Elena, se puede observar que la tierra se comienza a cuartear, lo que pone a pensar a los familiares de algunos difuntos que se encuentran ahí enterrados que al iniciar la temporada de fuertes lluvias, las construcciones de algunos de sus deudos, puedan dañarse y caer en pedazos, además de que se dañen más los lugares que sirven como pasillos para llegar a las diferentes tumbas.
Los inconformes señalan desde el inicio cuando se adquirió ese predio a un particular, lo que hubieran hecho las autoridades municipales es tratar de rebajar lo más que se pudiera con maquinaria pesada para no dejar las partes en declive como barrancos, pero ahora al poderse observar mal distribuido los espacios donde han enterrado a los difunto con grupos de fosas por un lado y por otro les costaría resolver el problema.
Indican que los deslaves en partes del predio son muy visibles y el socavamiento en algunas construcciones donde se encuentran capillas familiares, con la temporada de lluvias que ya dieron inicio podría ir en aumento, provocando daños y posibles caídas de partes de los cimientos, así como el que las tumbas ubicadas en las partes bajas se puedan hasta descubrir o sacar los ataúdes de algunos difuntos
